La conocida como Torre Blanca, que da nombre a la pequeña localidad de Torralba de Ribota, en la Comunidad de Calatayud, ha vuelto a ser propiedad del pueblo, tras un siglo en manos privadas. El Ayuntamiento ha adquirido ahora este edificio del siglo XIV, bien de interés cultural, con el objetivo de recuperar la estructura y convertirla en oficina de turismo.

El alcalde, Alfonso Puertas, mostró su satisfacción porque "es el emblema de la población". El Consistorio ha comprado a una familia este inmueble, construido en piedra de sillería blanca. Tal y como relata, "no sabemos exactamente cuándo, pero hace cien años, o incluso más, este edificio pasó a manos privadas". Así figuraba en el registro de la propiedad de Calatayud. Hace un tiempo, con Puertas como concejal, el Ayuntamiento inició las conversaciones con los dueños para comprar la torre. "Llegamos a ofrecer 39.000 euros, pero declinaron la oferta". Con los años, los herederos decidieron desprenderse de este patrimonio y se pusieron en contacto con el Consistorio, "justo en el momento en el que nos estábamos planteando expropiarla, por el valor que tiene para la población". El precio estipulado fue de 12.000 euros. "Lo hablamos en pleno y decidimos seguir adelante". En noviembre del año pasado ambas partes firmaron un acuerdo para concretar la operación durante el primer semestre de 2016. Finalmente, hace unos días se ratificó la compra. La idea es solicitar una subvención a la DPZ.

La intención municipal es recuperar el tejado almenado y arreglar tanto la puerta de acceso como la techumbre interior de madera, que se encuentra muy deteriorada. En el exterior, el proyecto incluye el acondicionamiento de una plaza pública. Este verano se organizarán unas jornadas de puertas abiertas.