El conflicto del bus urbano incorporó este viernes el capítulo que le faltaba para completar el culebrón. El director de recursos humanos de Auzsa agredió a un conductor que grababa su entrada a las puertas del Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA), a cuyas puertas él y varios empleados más protestaban contra la empresa. El directivo Héctor Muñoz propinó un empujón al conductor Daniel Giménez, de 39 años de edad y 17 trabajando en Auzsa. El empleado se golpeó con una pared y, a pesar de que se levantó en un primer momento, posteriormente pidió una ambulancia y fue trasladado al hospital Miguel Servet en ambulancia –a pesar de que el hospital Provincial está a solo unos metros de distancia–.

Según señaló ya por la tarde el presidente del comité de empresa, Javier Anadón, en el centro hospitalario le detectaron "una fuerte contusión" en el costado, y el trabajador permanecerá "entre tres y cuatro semanas de baja". Además, Anadón confirmó que el agredido denunciará al directivo de la empresa.

Ya en el mismo lugar de los hechos, la Policía Nacional preguntó a los implicados por lo que había ocurrido. En el lugar de la agresión estaba presente la mujer del trabajador, Carmen Argüis, quien de inmediato se encaró con el agresor. "Le he dicho que si quería que me pegara también, pero ha respondido que soy mujer y no podía pegarme", afirmó a los medios de comunicación tras el suceso.

La empresa tomó medidas de forma inmediata. Para empezar, Héctor Muñoz no entró a la reunión que comenzó minutos después entre empresa y trabajadores, cuando se tranquilizaron –relativamente– los ánimos. Además, Auzsa decidió abrir un expediente informativo sobre la agresión. Hasta que este se resuelva, la empresa decidió apartar de sus funciones al director de recursos humanos. Además, el gerente de la empresa, Manuel Ramo, lamentó la agresión y dijo que era algo "que nunca tenía que haber ocurrido". La enmarcó en la "tensión acumulada" tras los cien días de huelga que se cumplieron ayer.

Por su parte, el presidente del comité de empresa, Javier Anadón, aprovechó para atacar con dureza a Auzsa: "Esta es la verdadera cara de la empresa. Si en público y ante los medios de comunicación son capaces de agredir, da una muestra de lo que son capaces en una reunión sin testigos". En el momento, apuntó que la agresión rompía "definitivamente la opción de llegar a un acuerdo". Pese a ello, ambas partes se sentaron finalmente a negociar, y el diálogo se prolongó durante todo el día.

La concejal de Movilidad, Teresa Artigas, dijo que la agresión es fruto de una "situación tensa" y "del inmovilismo en las posturas", aunque valoró que ambas partes se sentaran a negociar pese a lo ocurrido. "Lo importante es que ambas partes se han sentado a negociar", dijo Artigas. Ya por la tarde, el presidente del comité de empresa, Javier Anadón, criticó que la concejal hiciera estas declaraciones "en vez de condenar" lo ocurrido, algo que sí que hizo Podemos Zaragoza, quien denunció la "lamentable agresión".