La huelga de los trabajadores de Auzsa cumplió este miércoles dos meses. Entre el descontento general de los ciudadanos, de los propios empleados y de la empresa por no llegar a un acuerdo tras varias mediaciones, e incluso del propio alcalde de Zaragoza, hay un gremio al que la huelga no le ha venido del todo mal.

Son los taxistas, que desde que comenzaron los paros parciales indefinidos en horarios de mañana y tarde han notado cómo aumentaba la demanda de sus servicios. Admiten que las primeras semanas de huelga se produjo un fuerte aumento del número de carreras y de la recaudación pero, conforme ha ido pasando el tiempo, la demanda ha disminuido.

A pesar de esta bajar, siguen realizando muchos servicios. "De 9.00 a 11.00 y de 18.00 a 21.00, más o menos, se producen picos de demanda. Tanto a través de la emisora como en la calle", explica Juan Francisco Mora, presidente de la Asociación Empresarial Radio Taxi Aragón, vinculada a la emisora 38. Se trata, sobre todo, de trayectos cortos. “La gente cuando se desespera, acaba cogiéndose un taxi”, agrega.

En estos dos meses de huelga ha dado tiempo, incluso, a que se produzca una evolución en el comportamiento de los ciudadanos: los que ya no echan mano del taxi es porque se han buscado un transporte alternativo. “Los zaragozanos han asimilado la huelga y se buscan sus alternativas: se organizan, cogen el coche particular o van en bicicleta”, afirma el presidente de Radio Taxi Aragón. 

Esto es algo que repercute directamente sobre la cantidad de tráfico rodado que hay a ciertas horas en las calles. “Se nota mucho más tráfico ahora a la hora de circular”, apunta por su parte, Mariano Morón, presidente de la Asociación Provincial de Autotaxi de Zaragoza (APATZ). Las retiradas de autobuses a las cocheras, minutos antes del comienzo de los paros, también es algo que influye en el tráfico porque en ocasiones “llegan a juntarse tres o cuatro autobuses” y dificultan la circulación.