La recaudación del impuesto de la plusvalía sigue batiendo récords en Zaragoza. A tres días de que se cerrase el recién terminado 2015, el Consistorio ya había reconocido derechos por valor de 62,5 millones de euros, 4,1 más que los históricos 58,4 con los que cerró ya 2014, fruto todo ello del catastrazo al que se sometió al valor de los pisos en la capital aragonesa en 2012. Esta evolución ascendente ya se notó de forma notable en 2013, cuando se ingresaron 48,7 millones al cerrar el ejercicio. De los 62,5 millones de este año, se habían cobrado de forma efectiva 54,3 el pasado 28 de diciembre.

Lo ingresado permitirá al Gobierno de ZEC tener un dinero extra con el que no contaba el Ayuntamiento al comenzar el año: los técnicos habían previsto que se lograrían 44 millones con este impuesto, pero lo cierto es que a falta de unos días que son cruciales para cuadrar las cuentas domésticas ya hay 18,5 millones más, lo que supone un 44% extra.

Esta recaudación, a buen seguro, se verá corregida a la baja en 2016, ya que entonces entrarán en vigor mayores bonificaciones para las transmisiones mortis causa en el caso de que se trate de la primera vivienda del afectado, que serán de hasta un 95% en los supuestos de valores catastrales de suelo más bajos. No obstante, el área de Economía ha fijado una previsión más ambiciosa que la anterior y la sitúa en 52,5 millones, diez menos que los actualmente reconocidos. En el caso de las transmisiones por una venta, no existirá ningún descuento.Un impuesto cuestionado

La plusvalía o Impuesto del Incremento del Valor de Terrenos de Naturaleza Urbana es un impuesto directo que cobran los ayuntamientos ante cualquier operación de compraventa de una propiedad inmobiliaria, pero también si existe una donación, una herencia o un usufructo. A la hora de calcular su pago, se tiene en cuenta el valor catastral del suelo y se dan ocasiones en las que se aplican unas cuantías por encima del valor de mercado, por lo que existen algunos casos que han terminado en los tribunales, también en Zaragoza.

Los ingresos por este tipo impositivo se dispararon con el catastrazo que supuso la revisión de precios al alza en 2012. El desfase entre el valor actual del suelo y el estipulado en el catastro se ceba especialmente con los hogares más humildes, con casos de herencias en los que, materialmente, resulta casi imposible su liquidación. Por ello, en el debate sobre las ordenanzas fiscales, los grupos municipales aprobaron una nueva norma para este impuesto en la que, mortis causa, se bonifica el 95% si el valor catastral del suelo es inferior o igual a 50.000 euros y el 50% si está comprendido entre 50.001 y 100.000 euros.

En ambos supuestos, los beneficiarios serán el cónyuge, padres o hijos y la adquisición deberá mantenerse durante los 5 años siguientes al fallecimiento del causante. No obstante, la ordenanza recientemente aprobada, textualmente, dice que "en el caso de no cumplirse el requisito de permanencia a que se refiere el apartado anterior, deberá abonarse la parte del impuesto que se hubiese dejado de ingresar como consecuencia de la bonificación practicada y los intereses de demora".Evolución ascendente

Ya a lo largo de todo 2015, este impuesto creció de forma significativa desde el primer trimestre: en marzo se habían recaudado 11,9 millones, por 28 en junio y 45 a finales de septiembre (lejos aún de los actuales 62,5). El concejal de Economía, Fernando Rivarés, reconoció al presentar el proyecto de presupuesto que la recaudación en materia de plusvalía se había disparado y, el pasado mes de octubre, llegó a afirmar que sería un error fiar ingresos extra a este impuesto, que en algunos casos se encuentra judicializado y supone un verdadero trauma para las familias.

Desde el PP, su portavoz en Economía, Jorge Azcón, se ha mostrado partidario en repetidas ocasiones de bajar este tributo y de hecho su partido ya presentó en su día una proposición al anterior gobierno para aumentar las bonificaciones.