Fotografía, cine, teatro, humor ajedrez y, sobre todo, mucha ciencia, protagonizan la Noche Europea de los Investigadores que se ha celebrado este viernes en Zaragoza, al igual que en otras 250 ciudades, para acercar al ciudadano la importancia de su trabajo.

Por quinto año consecutivo, los investigadores aragoneses han dejado sus laboratorios y han salido a la calle para explicar las aplicaciones que, en el día a día, tienen los experimentos que realizan.

Desde los expositores ubicados en las carpas de la plaza San Francisco, científicos de distintas áreas han mostrado a un público eminentemente joven las curiosidades y aplicaciones de algunas de las investigaciones que llevan a cabo.

Este laboratorio improvisado, donde se han concentrado algunos de los centros de investigación más relevantes de la Comunidad, ha sido sólo una de las distintas sedes de este evento, que ha comenzado en la plaza San Francisco y finalizará en el Centro Musical las Armas, con actividades que se prolongarán hasta casi la medianoche

A las puertas del campus universitario San Francisco, jóvenes de distintas edades y de distintas nacionalidades han podido extraer en menos de treinta minutos el ADN de una fruta, en este caso de un melocotón, siguiendo las instrucciones de la estación experimental del Aula Dei del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Otros no han dudado en subirse a una bicicleta para comprobar 'in situ' cómo el movimiento se convierte en electricidad, con un proyecto elaborado por el Centro Universitario de la Defensa para concienciar del coste de producción de la energía.

"En función de las pedaladas que den, se encienden más o menos bombillas", situadas en un panel junto a la bicicleta, explica uno de los profesores del centro, Miguel Ángel García.

Junto a este expositor se encuentra otra de las investigaciones que más ha atraído la atención del público.

Se trata de un dispositivo para facilitar la comunicación a los niños con autismo que ha sido diseñado en el marco de un proyecto de investigación europeo, en el que participa el Instituto de Investigación e Ingeniería de Aragón (I3A) de la Universidad de Zaragoza, junto a empresas privadas, entre ellas Microsoft.

Para demostrar que la ciencia tiene también un lado artístico, se ha sacado a la calle un proyecto de investigación sobre realidad aumentada que lleva a cabo el I3A en Walqa (Huesca) y que es capaz de añadir elementos virtuales a un marcador real.

Esto permite, por ejemplo, visualizar patrimonio cultural desaparecido, como la torre nueva de Zaragoza, en el mismo lugar donde se encontraban, en este caso en la plaza San Felipe de la capital aragonesa.

Entre los distintos puestos y talleres, el público asistente ha podido conocer de primera mano qué aplicaciones tienen para la vida diaria distintos experimentos realizados en el ámbito de la robótica, la biomecánica y en materiales orgánicos funcionales.

Uno de los expositores con mayor expectación ha sido el del Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón, sobre todo cuando han utilizado nitrógeno líquido en sus demostraciones: “Parece agua pero no lo es”, se sorprendían algunos niños al verlo actuar por primera vez.

Hasta este lugar se ha acercado el rector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López, acompañado de la consejera de Universidad y del Gobierno de Aragón, Pilar Alegría.

En declaraciones a los medios de comunicación, Alegría ha indicado que el Gobierno de Aragón va a apostar en esta legislatura por la I+D+i de una forma decidida, ya que la crisis ha evidenciado que sólo aquellos países con un modelo de producción basado en la ciencia están marcando el camino del crecimiento.

Por su parte, el rector de la Universidad de Zaragoza ha mostrado su satisfacción por ver las carpas llenas de niños y jóvenes, a los que poder contar que "merece la pena" hacer ciencia, porque "ellos son el futuro".

Además de estos experimentos y demostraciones, en esta Noche de los Investigadores no ha faltado tampoco el cine, con la proyección de documentales científicos; el humor, con monólogos en el edificio de CaixaForum de Zaragoza y fotografía, con el concurso 'Cazadores de luz', organizado por la comunidad de instagramers de Zaragoza.

En Aragón, este evento está promovido y coordinado por el Gobierno de Aragón, la Universidad de Zaragoza y Escencia Eventos Científicos, con la participación del CSIC y la Fundación Dinópolis.