Casi 1.700 terrazas e inventiva para recuperar el crecimiento en los bares de Zaragoza

Cada vez hay más bares que optan por retranquear su fachada para poner mesas y no pedir licencia.

'Terrazas interiores' en bares de Zaragoza
'Terrazas interiores' en bares de Zaragoza
L. Uranga

“La Semana Santa siempre depende del tiempo, y este año parece que va a ser bueno”. Jorge Bernués, gerente de la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza, lleva los suficientes años en el cargo como para saber lo importante que este periodo vacacional es para el sector en la ciudad.


“Se concentra en pocos días un gran movimiento de visitantes, turistas que están en la calle y consumen”, comenta. Además, este año el colectivo hotelero ha previsto ocupaciones del 75% que “hacía mucho que no se veían”, por lo que las expectativas son “optimistas”.


Buena parte de esas esperanzas están puestas en el consumo de calle. O lo que es lo mismo, las terrazas y veladores. “No sé la razón, pero cada vez tenemos más días de buen tiempo para sacar las mesas a la calle”, explica el representante del sector en la ciudad, consciente de que para muchos establecimientos es su principal fuente de ingresos.


Algunos incluso obtienen el 80-90% de su facturación gracias a las consumiciones al aire libre. Solo en la capital aragonesa hay 1.635 terrazas con licencia, 70 más que el año pasado, aunque muy lejos del 'boom' vivido tras la aprobación de la Ley Antitabaco, cuando la capital aragonesa alcanzó las 2.500.


Después llegó la regulación por parte del Ayuntamiento a través de una discutida ordenanza que incluso obligó a un juez a pronunciarse a favor de Servicios Públicos. Desde entonces, el clima se ha apaciguado, y la cifra de licencias se ha estabilizado.

Terrazas “a la española”

Aún así, cada año se reciben nuevas solicitudes de licencia para instalar veladores y terrazas, la mayoría procedentes de los bares que abren sus puertas por primera vez, pero también para ampliar su superficie, en el caso de que no la estuvieran aprovechando al máximo.


Y en todo este proceso, los mayores perjudicados son los propietarios de bares sin posibilidades de instalación en la acera, normalmente por falta de espacio para ello en la vía pública. Teniendo en cuenta el volumen de consumo en las terrazas, este impedimento ha puesto a no pocos establecimientos al borde del cierre.


Sin embargo, hay quien ha optado por la vía de en medio. O como define el propio Bernués, por la solución “a la española”. Es el caso de aquellos que, licencia urbanística mediante, han retranqueado la puerta de su local para montar las mesas en su interior. De esta forma, al no ocupar suelo público, se saltan el trámite administrativo.


La Ley Antitabaco dejó clara esta situación... al menos en teoría. El texto señala que “se entiende por espacio al aire libre (y por lo tanto, se puede fumar) todo espacio no cubierto o todo espacio que estando cubierto esté rodeado lateralmente por un máximo de dos paredes, muros o paramentos”.


Fuentes de Urbanismo del Ayuntamiento reconocen que el propietario está en su derecho de llevar a cabo esa obra de acondicionamiento, ya que es su local, pero lo de fumar es otra cuestión. “Es un tema complicado”, reconoce Bernués, ya que en la práctica, se fuma en todas estas 'terrazas de interior', tengan dos o tres paredes, pero “hay que buscar el espíritu de la norma, y en este caso creo que se respeta”.

Más ventas y empleo

En cualquier caso, es solo uno de los recurso más a los que ha recurrido el sector para salir adelante. Según los datos que maneja tanto Cafés y Bares como la Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR), por primera vez en siete años han repuntado las ventas y las contrataciones de personal, aunque sea levemente.


El balance anual arrojó un resultado positivo del 3,4%, con más autónomos en el sector y, según aseguran, unas tablas de precios similares a las de 2006. Y esta Semana Santa apunta a una consolidación de esos resultados.