Los vecinos de Boquiñeni, localidad que tuvo que ser desalojada el pasado sábado debido a la crecida del río Ebro, han comenzado a regresar a sus domicilios, después de que efectivos de la UME hayan finalizado la construcción de un puente de acceso al pueblo.

"Una vez se ha finalizado el puente, los vecinos han podido volver a sus casas, pero es recomendable que solo vuelvan las personas que realmente necesitan acceder al pueblo, ya sea porque viven aquí o por motivos laborales", señalaba el alcalde, Miguel Ángel Sanjuán, añadiendo además que "todavía hay algunas restricciones, así que no es conveniente que se acerquen curiosos o personas que no tiene verdadera obligación de llegar a Boquiñeni".

"Hay que tomar precauciones porque todavía el acceso es aún precario y no está bien señalizado ni limpio", ha advertido.

El tránsito por la vía, la carretera provincial CP-3, se ha retomado a las 9.45 de este lunes.

Según Sanjuán, "el próximo paso será desactivar el plan de evacuación ya que, a pesar de que el agua del río todavía está alta, no hay peligro de desbordamiento".

La crecida del río Ebro provocó que el pasado sábado parte de la carretera que conecta las localidades de Boquiñeni y Luceni tuviese que ser destruida para bajar el nivel del caudal del río, ya que según fuentes del Gobierno de Aragón, la vía estaba haciendo de "represa" y era necesario "desahogar".

Desde ese momento, efectivos de la Unidad de Emergencia Militar (UME) trabajaron para construir un puente de 21 metros de acceso al pueblo.