Los comerciantes que cada domingo y miércoles se instalan en el parquin Sur de la Expo siguen buscando soluciones ante la caída de las ventas que sufre el tradicional rastro zaragozano. “Calculamos unas pérdidas que en los últimos tres años llegan hasta el 80%”, lamenta Esther Jiménez, presidenta de la asociación de comerciantes ambulantes de Aragón.

A la caída del consumo debido a la crítica situación económica se une “que estamos un poco dejados de la mano de Dios”, lamenta Jiménez. Esta situación fue expuesta en la reunión de este jueves de la junta de mercadillo, el órgano de relación con el Consistorio, donde plantearon sus demandas encaminadas a incrementar el número de visitantes.

Entre estas solicitudes se encuentra la posibilidad de incorporar fruta y verdura a los tradicionales puntos de venta. “En otros mercados de venta ambulante de Aragón venden fruta y verdura, ¿por qué en Zaragoza no? Sería otro atractivo que ofrecer a los clientes”, apunta la representante de los comerciantes. Una de las ubicaciones que barajan para esta instalación serían las zonas centrales del rastro ya que los flujos de llegada de clientes a pie hacen que la afluencia se concentre en las calles laterales y del entorno de la cafetería “y a la parte central es donde menos gente acude”, explica Jiménez.

El rastro cuenta en la actualidad con 450 puestos de entre ocho y seis metros lineales por tres de fondo, distribuidos en unas 13 calles.

Otra de las demandas tradicionales de los comerciantes es la posibilidad de hacer un tercer día de rastro y de hacerlo en otros puntos de Zaragoza. “Estamos hablando de que tenemos cuatro horas de venta, de nueve a una, no estamos hablando de una jornada completa. Zaragoza ha crecido lo suficiente para abrir más centros comerciales, nosotros pedimos abrir un día más que son cuatro horas y tenemos todos los problemas del mundo”, subraya la vendedora.

Desde el Consistorio municipal explicaron que es la Ley del Comercio de Aragón la que rige los días de apertura, “en todo caso, el Ayuntamiento, siempre y cuando la ley autonómica lo autorizara, estaría dispuesto a estudiar ese tercer día, y también se estudiarían nuevas ubicaciones si se propone una propuesta concreta de lugar y con el número de puestos que abrirían”.

Respecto a la instalación de puestos de frutas y verduras, explicaron que “explícitamente no está contemplado en la ordenanza municipal de venta ambulante, si bien también se estudiará”.

Y buscando ofrecer más atractivos para la mañana del domingo y nuevos alicientes para los clientes, desde la asociación de comerciantes barajan la posibilidad de organizar algún evento de carácter musical, infantil o incluso gastronómico coincidiendo con las horas de apertura de los puestos. “Hay vendedores que estarían dispuestos a colaborar. No olvidemos que el propio mercadillo es un mosaico de culturas”.