El tribunal deja libre a uno de los dos acusados del crimen del cibercafé al acabar el juicio

La fiscal mantiene que ambos fueron autores del asesinato, pero los magistrados no descartan que José María Hurtado sea solo encubridor

El juicio por el crimen del cibercafé de Las Delicias quedó ayer visto para sentencia. Pero José María Hurtado, uno de los dos acusados de asesinar y sepultar en hormigón al joven empresario Rubén F.E., no tendrá que esperar en prisión a conocer el fallo, ya que el tribunal decidió ponerlo en libertad nada más acabar la vista oral. ¿Por qué? Porque los magistrados no tienen claro el grado de participación de este hombre en los hechos, y aunque tanto la Fiscalía como la acusación particular lo consideran autor material del crimen –junto al cubano Abdel Roca–, la Sala no descarta que sea un mero encubridor. De hecho, antes de que emitieran sus informes, el presidente de la Sección Tercera de lo Penal, José Ruiz Ramo, ya pidió a las acusaciones que argumentaran bien los cargos contra el a la postre liberado.


Fue la propia defensa, a cargo de la letrada Eloísa Gimeno, quien a la conclusión del juicio invitó al tribunal a dejar libre a su cliente. Y este, tras unos minutos de deliberación, accedió a la petición. Lo hizo porque si finalmente se le condenara por encubrimiento la pena sería inferior a seis años de cárcel y ya lleva más de dos en el centro penitenciario de Zuera. En cualquier caso, la medida no fue nada bien encajada por las acusaciones. Para Pilar Cavero, representante del Ministerio Público, estamos ante un crimen "especialmente sangriento y feroz" del que los dos acusados fueron autores. Y para el abogado de la familia de la víctima, Juan José Serra Peñafiel, el ahora liberado "no fue un simple cómplice". "Porque hacían falta dos personas para neutralizar a un joven tan corpulento como el fallecido y José María se encargó de distraerlo para que Abdel le asestara los hachazos por la espalda", manifestó durante su informe.La Fiscalía pide ahora 28 años

Cuando comenzó el juicio, la Fiscalía acusaba a José María Hurtado y Abdel Roca de un delito de asesinato y otro de robo, ya que entendía que se pusieron de acuerdo para acabar con la vida de su jefe y socio, respectivamente, con un único fin: apoderarse de su dinero y sus negocios. No en vano, tenía tres establecimientos de hostelería y cerca de medio millón de euros en varias cajas de seguridad. Pero si inicialmente solicitaba 24 años de cárcel para cada uno de ellos, ayer elevó la petición a 28, ya que añadió a su calificación la agravante de ensañamiento. Y lo hizo porque los forenses revelaron que, pese a encajar "13 hachazos o más" en el cráneo, Rubén F.E. sobrevivió durante algún tiempo y se arrastró por el local.Un agónico final para un hostelero de 35 años con una una hija de una relación extinta.


Al contrario de lo que piensan las acusaciones, la defensa de Abdel Roca, a cargo del abogado Ignacio Pérez Santander, considera que "no hay ninguna prueba científica que permita datar la fecha de la muerte de la víctima el 10 de junio de 2011"."Según los informes forense y entomológico, estaríamos hablando de que la muerte se produjo entre el 18 y 22 de junio. Y para esa fecha, mi cliente ya no estaba en Zaragoza. Ni siquiera en España", manifestó. Para esta parte, se ha partido siempre de la "premisa errónea" de que el cuerpo se sepultó en hormigón  nada más producirse el crimen y eso alteró el proceso de putrefacción.