Los vándalos arrasan siete contenedores, cuatro coches, dos papeleras y dos locales

Actuaron de madrugada en dos calles del Parque Bruil y en otras dos del barrio del Arrabal

Tres de los cuatro coches afectados por el incendio de contendores en la calle de Alvira Lasierra.
Los vándalos arrasan siete contenedores, cuatro coches, dos papeleras y dos locales
A. alcorta

La oleada de incendios provocada por los vándalos dejó en la madrugada pasada un reguero de daños al arder ocho contenedores y dos papeleras en cuatro calles de Zaragoza, entre el Parque Bruil y el barrio del Arrabal, según informaron fuentes de los Bomberos.


El primer aviso se recibió pasadas las 4.00 en la calle de Mariano Alvira Lasierra, junto al parque Bruil, en el casco antiguo de la ciudad, donde ardieron tres depósitos. Los vecinos alertaron a los Bomberos al presenciar grandes llamaradas por la calle. 


A consecuencia del incendio intencionado que se inició en los contenedores de basura orgánica, de vidrio y papel, las llamas afectaron a cuatro vehículos aparcados en la misma calle. Uno de los turismos afectados quedó totalmente calcinado y los otros tres sufrieron daños considerables en la carrocería y las ruedas. Además, el portal del número 2 de la citada vía y dos locales anexos de comercios también sufrieron desperfectos, sobre todo, en sus persianas y fachadas.


Poco después, y en un punto cercano de la misma zona, en la calle de Aznar Molina, dos papeleras también se prendieron sin dejar daños de trascendencia en los alrededores. Por último, una hora y media después, cerca de las 6.00, otros dos contenedores de basura y de vidrio ardieron en el paseo de la Ribera, cerca del balcón de San Lázaro, y dos más (de papel y de basura) fueron pasto de las llamas en la calle de Palencia. Coste de casi 100.000 euros 

En estos últimos casos del barrio del Arrabal, dos de los contenedores quedaron calcinados en su totalidad pero, afortunadamente, no hubo que lamentar más daños materiales particulares.


Fuentes de Servicios Públicos contabilizaron ayer que en la mitad del año transcurrido ya se han quemado un total de 135 contenedores de basura orgánica. Reponer cada uno de ellos supone un coste de 700 euros, con lo que las pérdidas acumuladas ascienden a 94.500 euros. A estos costes se suman «los gastos que supone apagar el fuego, el servicio de limpieza que tiene que ir a recoger los restos o la Policía que va a cortar el tráfico a esa zona», advierten fuentes municipales. «Hay un montón de gente que tiene que trabajar en ello, lo que supone una serie de gastos añadidos a esos 700 euros que no son cuantificables», añadieron.


 El Ayuntamiento tiene un seguro a todo riesgo por daños materiales, pero no cubre estas acciones. Por tanto, hasta que el juez dictamine la pena para el responsable del incendio, si es detenido por la Policía y condenado, es un gasto íntegro que tiene que asumir el Consistorio.


El Ayuntamiento advierte de que quemar los contenedores municipales es un «delito grave», considerado como estragos, porque no solo genera daños en el mobiliario urbano o de los particulares, como los coches y las viviendas, sino que pone en riesgo la vida de las personas. 


El año pasado fue juzgado un joven de 22 años por quemar dos contenedores. Fue condenado a un año de prisión y tuvo que indemnizar a Fomento de Construcciones y Contratas con 1.561 euros por los daños causados.