Zaragoza

Los vecinos de Las Delicias, divididos ante el plan de llevar el tranvía al barrio

Sus defensores creen que es "bueno para toda la ciudad" y sus detractores, "innecesario"

El detonante han sido las jornadas de movilidad que ha organizado la asociación de vecinos Manuel Viola. A raíz de esta mesa de trabajo, que va a analizar el futuro del transporte en Las Delicias y en el resto de la ciudad, ha salido a flote la división que hay en el distrito más poblado de Zaragoza entre partidarios y detractores del tranvía. Entre quienes ven una gran oportunidad en la segunda línea que ha proyectado el Ayuntamient o y quienes la consideran innecesaria.


Y eso que el proyecto va para largo. El Consistorio está ultimando el pliego de condiciones del concurso público con el que se elegirá una alguna empresa que redacte el estudio de viabilidad, el anteproyecto y el proyecto de esta segunda línea, que uniría los barrios de Las Delicias y de Las Fuentes, con posibles ramales finales hacia Torrero, Miguel Servet o avenida de San José. El Ayuntamiento espera licitar los trabajos en breve, pero habrá que esperar 20 meses para que estén listos. Por lo tanto, podrían pasar dos años para tener acabado el proyecto y, entonces, si hay disponibilidad económica y financiación, poder licitar las obras.


Mientras tanto, los vecinos y los comerciantes discuten sobre la conveniencia o no del plan. "Hay un debate muy intenso entre quienes lo apoyan y quienes no lo hacen", reconoce Miguel Ángel Jiménez, secretario técnico de las jornadas de movilidad inauguradas ayer. Están organizadas por la asociación de vecinos Manuel Viola, que siempre se ha mostrado a favor del tranvía. Jiménez opina que sería "algo bueno para el barrio, pero también para toda la ciudad".


Este arquitecto argumenta que la segunda línea del tranvía supondría "una mejora en la movilidad del barrio, en la calidad del aire y en el aspecto general de Las Delicias". "La calidad de la ciudad se divide ahora en dos, las zonas que tienen tranvía y las que no lo tienen", defiende.


No todos lo ven así. Las asociaciones Nuevo Delicias y Catalina de Aragón se han mostrado en contra del proyecto, en primer lugar porque "no es una necesidad para el distrito". "Quieren meter el tranvía en zonas que no tienen problemas de movilidad, para rentabilizarlo a base de sustituir líneas de autobús que ya están prestando servicio", apuntan Estefanía Vidal y Mari Carmen Pascual desde estas dos entidades vecinales. Como argumentos en contra del tranvía también señalan "la duración de las obras y sus consecuencias sobre el comercio, los problemas para el tráfico, la desaparición de zonas de carga y descarga y la necesidad de trasbordos".


El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, ha supeditado el futuro del proyecto a alcanzar "un consenso" tanto político como vecinal. La empresa que elabore el proyecto se encargará también del proceso de participación para captar las opiniones de los afectados.