'Piano, piano', vuelve la alegría a las bodas

Los empresarios del sector detectan un aumento de celebraciones y de las listas de invitados.

Cierran tiendas de toda la vida y las franquicias ocupan los locales
Don Jaime, un año de traspasos y aperturas

En mayo comienza la temporada de bodas y las empresas del sector se muestran más esperanzadas que en años anteriores. Los novios de esta primavera llevan ya meses enfrascados en la elección del menú, el vestido de ella y el traje de él y las tiendas aragonesas han notado un repunte en algunos aspectos: el número de celebraciones y el número de invitados. Eso sí, los cónyuges siguen ahorrando en los detalles en pos de un viaje de novios por todo lo alto.

Invitados y cubierto

Marta Bas, gerente de la finca rural de Torre del Pino de San Juan de Mozarrifar, reconoce que durante la crisis se notaron dos años de bajón, pero informa de que ya en 2013 aumentaron las reservas y de que este 2014 crecen, además, las listas de invitados. "Las bodas se hacen de nuevo con más alegría y si hasta 2013 la media de invitados era de unas 130 personas, este año va a ser de unas 180".


María Piñel Juste, gerente de la empresa zaragozana de organización de bodas Bombín y Pamela, reconoce que el sector se anima poco a poco pero matiza que antes de la crisis había "muchísimas" bodas de 200 invitados mientras que ahora, las que superan los 150 ya se consideran grandes. Además, según las empresas consultadas, los novios se gastan entre 120 y 130 euros por cubierto mientras que antes llegaban con frecuencia a los 160. "Los del sector de las bodas estamos 'piano a piano', la cosa avanza pero no es la locura de antes", confirma María Piñel.

El vestido, del outlet al taller

El precio del vestido también se mantiene por debajo de lo que llegó a costar en los años de bonanza. Según cuentan los empresarios del sector, parece que antes no hacía duelo gastar entre 1.800 y 2.500 euros por un traje de novia. Ahora, aunque la media de gasto está en unos 1.500 euros, cada vez es más frecuente que las novias recurran a outlets para hacerse con vestidos de otra temporada por 800 euros. "Este año ha habido mucho movimiento en ese sentido en Zaragoza. Muchas marcas conocidas que han abierto outlets o han estado de liquidación como Pelegrín y Tardío en Don Jaime o Viky y 'Hasta que la muerte nos separe' en la calle de Alfonso I", concreta la personal shopper de Bombín y Pamela.


El cierre a temporadas de algunas de las tiendas de novias más conocidas y el traslado de otras ha provocado que muchas novias se decanten este año por los talleres, donde encuentran una atención más personalizada. En Estatus Costura, uno de los talleres en alza de Zaragoza (calle Cádiz), confirman un aumento de la demanda de vestidos de novia este año, aunque matizan que este incremento se traduce en una bajada de precios. "Además cada vez hay más novias que se casan de corto o que al casarse por el juzgado no quieren un vestido al uso y piden otros más económicos", explica el gerente del taller. En esta tienda zaragozana los cortos oscilan entre los 800 y los 1.200 euros y los largos entre los 1.700 y los 1.800.

El novio recurre al barrio

Con el traje del novio ha pasado algo similar. Si antes los hombres se gastaban una media de 1.000 euros por un traje de firma, ahora, según la organizadora de bodas María Piñel, recurren cada vez más a las tiendas de barrio que han vendido buenos trajes toda la vida y por 500 euros salen vestidos por completo.

Producto de la tierra y réflex a porrillo

Los detalles que se ofrecen a los invitados también han sufrido una transformación a causa de la crisis. Si antes las parejas recurrían a tiendas especializadas para encargar detalles de entre 4 y 5 euros por invitado, ahora cada vez son más los que recurren al producto de la tierra o la elaboración casera y no se gastan más de 1,50 euros. En la zona de Belchite triunfan las botellitas de aceite encargadas a las cooperativas y en el Pirineo, el pacharán hecho por los propios novios. Al mismo tiempo ha bajado el regalo a la pareja y si antes los invitados daban entre 300 y 400 euros por pareja, ahora no superan los 120 cada uno.


Algo más peliagudo es lo de las fotos. Un fotógrafo cobra unos 1.500 euros por un reportaje medio y si es con video y photocall (cada vez más de moda) unos 2.000. Cada vez son más los novios que se decantan por prescindir de este servicio y encargar las fotos a sus amigos con cámaras réflex. Aunque se confirma como una tendencia de futuro, Piñel asegura que ya han sido varias las novias que se han lamentado después porque las fotos no eran de la calidad que esperaban.


Recorte, recorte... y de viaje a las Maldivas

Si en algo no escatiman las parejas es en el viaje de novios. Estos años de crisis se ha confirmado que las parejas prefieren reducir listas de invitados, cambiar el menú o casarse en viernes con tal de tener un descuento en el cubierto antes que renunciar a que el viaje de novios se convierta en el viaje de sus vidas.


En los dos últimos años, los destinos más demandados han sido Tailandia, las islas Maldivas, Argentina y Nueva York, aunque también triunfan China y Japón. En la luna de miel, por entre 15 y 20 días, el gasto medio supera los 2.000 euros por cabeza.