La calle Predicadores, el terror de las motos

Además del mal estado de los adoquines, la acumulación de basura en algunos puntos también preocupa a los vecinos.

Calle Predicadores, en Zaragoza
Calle Predicadores, en Zaragoza_8
P.P.

La calle de los Predicadores, en pleno Casco Histórico de Zaragoza, se ha convertido en una sucesión de parches de asfalto que intentan compensar el mal estado del adoquinado. El paso continuado de vehículos lleva años pasando factura a los adoquines de la vía, que en muchos puntos están sueltos o presentan desniveles importantes.


Los vecinos ya han denunciado la situación en varias ocasiones tanto por el peligro que supone para motoristas y ciclistas como por el ruido que hacen los vehículos al atravesar una calle con tantos baches.


El Ayuntamiento de Zaragoza explicó hace unos meses, tras la última queja, que aunque el adoquín de Predicadores es muy resistente porque es de piedra de Calatorao, el paso de los coches acaba moviéndolos y esta situación se propaga con rapidez. Para intentar solucionarlo, se hacen constantes arreglos con asfalto ya que la otra solución (levantar los adoquines movidos, cambiar el mortero y volver a colocarlos) requiere de un "considerable tiempo de secado".


Por eso, en muchos puntos de la calle ya ni se ven los pasos de peatones porque han quedado sepultados bajo parches de asfalto que, a su vez, terminan agrietándose y convirtiéndose en baches en sí mismos. Además, los adoquines se hunden alrededor de los parches y el cemento se queda como en un montículo sobre la calzada, como demuestran las fotografías.


Lucía, una vecina de Zaragoza, pudo comprobar hace unos días las deficiencias de esta calle cuando, al intentar atravesarla con su moto de baja cilindrada, se quedó con el retrovisor en la mano. "Los baches son horribles y se me soltó por eso el espejo, ya no vuelvo a pasar por ahí con la moto", observa Lucía. Los ciclistas también evitan circular por la calzada en esta vía y, si tienen que atravesarla, prefieren hacerlo por la acera: "Se te atasca la rueda entre algún adoquín y te vas de cabeza al suelo. Por aquí con bici mejor no pasar", comentaba este domingo un peatón vecino del entorno.


La basura, otro problema

El estado de la calzada no es el único problema de la calle de los Predicadores. Pese a la presencia de varios contenedores soterrados en la vía, la acumulación de basura en determinados puntos preocupa desde hace tiempo a los vecinos de la calle. "Algunas comunidades no se ponen de acuerdo con los cubos y sus vecinos sacan las cosas sueltas a la calle a cualquier hora en vez de separarlo y andar unos metros hasta el contenedor", protesta Miguel, propietario de un piso en la zona.


De hecho, la asociación de vecinos Lanuza-Casco Viejo pidió en enero como deseo para este año 2014 la inversión en políticas activas de concienciación ciudadana para evitar este tipo de situaciones. Javier Rodríguez, miembro de la junta, explicaba entonces que aunque "la gran mayoría de los vecinos lo hace bien, el Casco es un escenario muy estrecho por lo que si un 2% de la gente no se compromete con la limpieza, se nota mucho más que en otros sitios".