132 contenedores ardieron el pasado año en Zaragoza

En 2013 hubo 98 casos menos, aunque los últimos dos días suman 9 incendios.

Imagen de archivo de los restos de un incendio en Las Fuentes
Un detenido por incendiar contenedores y dañar varios vehículos en Las Fuentes
GUILLERMO MESTRE

Un contenedor quemado cada tres días. Esa es la media en Zaragoza, donde 132 contenedores ardieron en 2013. Sin embargo, este tipo de actos vandálicos ha disminuido en 100 casos respecto al año anterior, según el Ayuntamiento.


Señala el Consistorio que no hay una zona en la que se concentren las quemas de contenedores, sino que es un problema global, a pesar de que en los últimos dos días han ardido ocho solo en el barrio de Las Delicias, al que se suma uno más en el distrito Centro.


Solo los primeros días de 2014 han sido ya al menos 18 los contenedores que han sido sucumbido al fuego en actos de vandalismo nocturno, a los que se suman dos más que fueron pasto de las llamas la pasada semana en la manifestación a favor de los vecinos de Gamonal. Un caso anecdótico para el Ayuntamiento, ya que "ha habido decenas de manifestaciones pacíficas sin quema de contenedores".


Los datos refleja que son casos habituales, pero no por ello menos graves. "Quemar contenedores es un delito penal que puede provocar heridos y muertos, como ha ocurrido en otras ciudades", insisten desde el consistorio zaragozano.


Detener a los autores es difícil, ya que cuando llegan los servicios de emergencia suele haber transcurrido tiempo suficiente como para que escapen. Sin embargo, en el caso de ser sorprendidos, como ocurrió este viernes, los vándalos se enfrentan a un delito de estragos por la quema de bienes públicos, que se paga con entre uno y tres años de cárcel.


Un spray que haya terminado en el contenedor, pinturas? cualquier producto inflamable puede producir una deflagración que produzca graves daños. Más si se le suma a los productos acelerantes que suelen utilizar los vándalos para avivar el fuego. "Una cerilla solo no prende un contenedor", puntualizan.


La mayoría de estos actos se producen en las noches de los fines de semana. Una nocturnidad que "aumenta el riesgo", ya que no se percibe el problema hasta que el fuego está avanzado. "Los bomberos se la juegan", explican, ya que no saben con qué se van a encontrar en cada caso.