Barrios de Zaragoza

El Luis Buñuel avanza en su proyecto de convertirse en centro socio-cultural

El colectivo 'Dale Vida al Luis Buñuel' sigue trabajando en la reapertura del edificio y ahora trabaja en el estudio de la electrificación y la seguridad de las instalaciones. El nuevo espacio podría estar listo en tres o cuatro meses.

Puerta del I.E.S. Luis Buñuel
El Luis Buñuel avanza en su proyecto de convertirse en centro socio-cultural

En el 2004, el Instituto Luis Buñuel se trasladaba desde la plaza de Santo Domingo hasta el barrio de La Almozara. El edificio quedaba vacío y entre la soledad y el abandono ha vivido, prácticamente, durante la última década. El colectivo ‘Dale vida al Luis Buñuel’, auspiciado por la asociación de vecinos Lanuza-Casco Viejo y apoyado por más de 60 colectivos, se propuso hace un par de años "devolver el espacio a los ciudadanos" con la creación de un centro social y cultural autogestionado.


La chispa de la vida se encendía este verano, después de que la Diputación General de Aragón revirtiese su propiedad al Ayuntamiento de Zaragoza, y el colectivo ‘Dale vida al Luis Buñuel’, empezase a negociar con la institución sus futuros y posibles usos. Ahora, esperan a que el consistorio decida si será adjudicado o cedido, pero la sociedad ya tienen sus estatutos y, a falta de cuestiones meramente burocráticas, está lista para funcionar.


Durante el verano ya se han preparado en él algunas actividades como talleres o teatros, incluso una jornada de puertas abiertas a finales de junio. Aunque entonces la intención era la de usarlo “cuanto antes”, en estos momentos todavía se está elaborando el proyecto de electrificación y seguridad del edificio. “Quedan unos meses para que pueda ser utilizado a pleno rendimiento porque es un edificio muy antiguo y hay que adaptar sus instalaciones a las necesidades acutales”, cuenta el presidente de la Asociación de Vecinos Lanuza-Casco Histórico, Javier Rodríguez.


Proliferan los centros autogestionados por vecinos

“La ausencia de centros cívicos es una de las esclavitudes más antiguas de los cascos históricos de algunas ciudades”, asegura Javier Rodríguez, presidente de la Asociación de Vecinos Lanuza – Casco Histórico. “Hoy por hoy es imposible porque no hay dinero para construirlos y luego mantenerlos”, recuerda. Lo mismo pasa en otras partes de la ciudad y, de un tiempo a esta parte, en Zaragoza ha proliferado la conversión de antiguos edificios públicos en nuevos centros culturales o de uso vecinal autogestionados por los vecinos. La Harinera de San José o la cesión de antiguo barracón militar de Valdespartera –ahora Centro Vecinal José Lis Borau-, ambos pendientes de entrar en funcionamiento a principios del 2014, son algunos de los ejemplos. “Esto es otra forma de hacer barrio porque todos los vecinos participan y deciden”, cuenta Rodríguez.


Sin embargo, fue la plataforma ‘Dale vida al Luis Buñuel’ quien sembró la primera semilla en la capital aragonesa, hace ya más de dos años, al solicitar la cesión del edificio para convertirlo en un Centro Social Comunitario para los barrios del Gancho y La Almozara. “Entendimos que era un proyecto viable porque comprobamos que otros proyectos similares como La Tabacalera en Madrid, Can Batlló en Barcelona o La Invisible en Málaga, funcionaban”, recuerda Rodríguez.