Emigrantes aragoneses

"En Qatar tengo trabajo, aunque eche de menos a mucha gente"

Rafael Agüeras, zaragozano de 38 años, vive en Qatar desde hace más de dos años. Trabaja como cámara de televisión en retransmisiones deportivas.

Rafael Agüeras, trabajando en Qatar
"En Qatar tengo trabajo, aunque eche de menos a mucha gente"
R. A.

Rafael Agüeras, cámara de televisión, viajó por el mundo con el programa 'Aragoneses por el mundo' (de Aragón Televisión) grabando historias de aragoneses que viven en el extranjero. Poco después, fue él el que hizo las maletas y se marchó a trabajar a Qatar como operador de cámara en retransmisiones deportivas.


"El trabajo manda. Fui a Qatar por primera vez en enero de 2011 a hacer un trabajo de un mes de duración. A los pocos meses me ofrecieron trabajar de una manera continuada. La situación como 'freelance' en Zaragoza empezaba a ser complicada y la oferta era muy buena", cuenta este zaragozano de 38 años.


Desde entonces vive en un hotel (el trabajo incluye alojamiento, pero la empresa aún no le ha buscado un piso), trabaja y aprovecha el tiempo libre para quedar con los amigos y hacer turismo. "Trabajamos sin un calendario fijo, lo que implica que, según la producción, podemos trabajar toda la semana, o tres o cuatro días por semana. Va variando", comenta.


Algunos días libres le gusta ir a la playa. "La más bonita está cerca de la frontera con Arabia Saudí. Mar y dunas. Y nadie en la playa. Hay que conducir una hora por el desierto con un todoterreno saltando dunas para llegar hasta allí", dice.

Contrastes

Cuenta que la vida es parecida a la de España en algunas cosas (tienen infinidad de centros comerciales y hasta acaba de abrir Ikea) y muy diferente en otras. Cuando llegó le impresionó mucho cómo se paraliza la ciudad con la llamada a la oración de los viernes desde las mezquitas. También le sorprendió el tráfico. "La mayoría de los vehículos son todoterrenos de gran cilindrada. La conducción en Doha es peligrosa y hay muchos accidentes", comenta.


"Qatar es un país de grandes contrastes. Te encuentras grandes casas señoriales con Bentleys y Rolls Royce en la puerta. Y guetos de trabajadores indios, paquistaníes o afganos que trabajan en la construcción por un sueldo mísero y malviven hacinados en casas miserables", reflexiona.


En estos dos años ha ido conociendo a otros españoles que están trabajando allí y también a gente de otros países. "De dos millones de personas que vivimos aquí, solo 250.000 son qataríes. El resto somos inmigrantes", señala.


De momento, sus planes son quedarse en Qatar. "Aquí tengo trabajo, aunque eche de menos a mucha gente", afirma. Recomienda a otros jóvenes españoles que viajen al extranjero: "Creo que ahora es el momento de salir. Yo tuve suerte y pude irme hace dos años. Salir de tu sitio, moverte, ver países y culturas diferentes siempre enriquece. Siempre es bueno viajar", asegura.