En Aragón

Detenidos ocho miembros de un grupo criminal de robo de viviendas en Aragón

Solían actuar cuando estaban vacías y sustraían principalmente joyas, dinero en efectivo, pequeños electrodomésticos y productos de informática.

Efectivos del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil han detenido a ocho personas como supuestos integrantes de un grupo criminal organizado especializado en robos en viviendas habitadas de todo Aragón y que ha quedado desarticulado con esta operación. 


Las investigaciones las iniciaron de forma autónoma el Grupo de Robos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía y el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Casetas, quienes terminaron coincidiendo sobre el mismo grupo criminal, han informado fuentes de la Jefatura Superior de Policía. 


La Guardia Civil había identificado a parte de sus miembros y determinado su participación en varios robos con fuerza en casas y chalés de diversas poblaciones de la provincia de Zaragoza, mientras que efectivos de la Policía Nacional detuvieron "in fraganti" a dos individuos cuando intentaban acceder a una vivienda de la capital fracturando la cerradura de la puerta.


A raíz de estas detenciones, el Grupo de Robos identificó a otros individuos, que resultaron ser los que investigaba inicialmente la Guardia Civil de Casetas.


A partir de ese momento, se coordinaron las pesquisas, y los investigadores de ambos cuerpos comenzaron a trabajar estrechamente, lo que permitió determinar la composición del grupo de delincuentes y obtener pruebas e indicios de su participación en numerosos robos cometidos tanto en Zaragoza capital como en otras localidades de la provincia y limítrofes.


Los delincuentes empleaban distintos métodos para acceder a las viviendas.


En la ciudad de Zaragoza se habían especializado en la fractura de las cerraduras de las puertas de acceso a los domicilios mediante el uso de llaves inglesas y útiles similares y en las poblaciones más pequeñas asaltaban casas y chalés preferentemente aislados a los que accedían tras forzar ventanas, balcones o puertas de las viviendas.


En todos los casos sustraían principalmente joyas, dinero en efectivo, pequeños electrodomésticos y productos de informática como ordenadores portátiles, tabletas digitales, cámaras fotográficas y de vídeo o teléfonos móviles, entre otros.


Todos los detenidos residían en Zaragoza, desde donde a menudo partían bien en sus propios vehículos o alquilados, para seleccionar las viviendas más adecuadas a su objetivo.


Solían actuar en las horas en que las viviendas quedaban vacías, especialmente en horarios de entrega y recogida de los niños en los colegios y, tras asegurarse de que se encontraban vacías, accedían a su interior para cometer el robo, que llevaban a cabo en escasos minutos.


Una vez identificados los miembros del grupo, que siempre actuaban de forma coordinada y repartiendo las funciones durante sus robos, los investigadores procedieron a su detención.


En los registros practicados en cuatro viviendas y dos locutorios públicos en Zaragoza, se ocuparon útiles para el robo, tres pistolas detonadoras, televisores, ordenadores, joyas, relojes, cámaras de fotografía y vídeo.


Hasta el momento, los investigadores atribuyen al grupo desarticulado al menos dieciséis robos, si bien con toda probabilidad el número será mayor una vez se identifique a los propietarios de los numerosos efectos recuperados y se obtengan los resultados de diversas pruebas criminalísticas efectuadas.