SUCESOS

La Policía centra la investigación del robo en el convento en 7 empresas de reformas

Los agentes siguen indagando en el entorno de las monjas y todavía no hay arrestos.

Entrada principal al monasterio de Santa Lucía, situado en el barrio de Casablanca.
La Policía centra la investigación del robo en el convento en 7 empresas de reformas
CARLOS MONCíN

La investigación abierta para esclarecer el robo de 450.000 euros sufrido por las monjas del convento de Santa Lucía continúa su curso sin que, hasta el momento, se haya producido ninguna detención. La Policía ha centrado especialmente sus pesquisas en los distintos gremios que en los últimos tiempos accedieron al convento para efectuar reformas o reparaciones. A petición de los agentes, las religiosas facilitaron una lista de siete empresas que han llevado a cabo trabajo de electricidad, pintura, reparación de rejas o la colocación de un ascensor, entre otros.


No obstante, tampoco se descarta cualquier otra hipótesis. Entre otras cosas, porque al convento también entra gente para otras cosas, como encargar encuadernaciones o trabajos de restauración.


Lo que está claro es que el autor o autores del robo sabían dónde estaba el dinero, ya que fueron directamente a la habitación donde se encuentra el armario en el que se guardaba y no forzaron ninguna otra puerta de la decena que hay en ese pasillo. También que conocían que la puerta del convento se queda entreabierta los domingos durante el tiempo que dura la celebración de la misa.


Así lo explicó ayer el abogado que representa a las monjas, Jesús García Huici, quien recordó que ese domingo, 27 de febrero, no se percataron del robo ya que es un día en que cambian su rutina y se mueven por otras dependencias diferentes a las de diario. Por ese motivo, no fue hasta el lunes 28 cuando descubrieron que alguien había entrado y se había llevado el dinero. El 1 de marzo se formalizó la denuncia ante la Policía, en la que se especificó que la cantidad sustraída era de 450.000 euros. Una parte había sido sacada del banco recientemente y está plenamente justificada. El resto procede de ahorros de las 17 religiosas que viven en el convento, así como de ingresos de sus actividades de restauración y encuadernación, por las que están dadas de alta en Hacienda. También tiene su correspondiente número de identificación fiscal sor Isabel Guerra, la monja pintora de obras cotizadas.


Para el abogado, no es anormal que las monjas tengan dinero en efectivo en el monasterio, ya que tienen que pagar gastos corrientes y de mantenimiento, además de contribuir al de otros cenobios de la orden cirsterciense a la que pertenecen. Igualmente, resaltó que entregan donativos con frecuencia. Jesús García Huici recordó que las víctimas del delito han sido las monjas y que están muy disgustadas por este suceso, que ha perturbado su vida. El caso había recaído en el Juzgado de Instrucción número 10 pero ayer fue enviado de nuevo a reparto. Una vez que la Policía entregue sus diligencias y hasta que no se encuentre al ladrón o ladrones, será sobreseído provisionalmente por falta de autor conocido.