Si les preguntan a sus colegas de Gran Vía, recibirán consejos como ‘paciencia’ o ‘resignación’, pero los comerciantes de entorno del paseo de la Independencia aseguran que eso les sirve de poco. El cierre del corazón comercial de la ciudad para este verano anunciado por el alcalde, Juan Alberto Belloch, con motivo de las obras del tranvía ha llenado de desazón a los establecimientos de la zona.

«Cualquiera de los días que cierran el paseo se nota el bajón. Imagínate varios meses», lamenta María José Ruiz, en la tienda de complementos Sanci. «Ya vivimos las obras de 2002 y fue horroroso. Pero esta vez, con la crisis, será la puntilla para muchos locales que ya están heridos».

Es el sentir general. En la pastelería Soconusco, Luis recuerda que «al último alcalde que se le ocurrió levantar el paseo le costó el puesto» y lamenta que «se gaste tanto dinero cuando no lo hay».

Mención especial se merece el Centro Comercial Independencia ‘Caracol’, que en su lucha permanente por mantener vivo este histórico espacio, ven las obras del tranvía como una nueva amenaza.

El presidente del distrito comercial Los Sitios, Antonio Aragüés, ya mostró su «preocupación» tras el anuncio del alcalde, y sugirió alternativas. «Acometer la tercera fase -mucho más periférica- y dejar para el final la que hace referencia al Centro y Casco Histórico. Sería mucho más razonable y disminuiría notablemente los perjuicios en un momento como el actual».

Mientras tanto, los vecinos del centro de la ciudad esperan a que el ayuntamiento presente el plan de obras para conocer cómo será el acceso a sus garajes. Todavía se desconoce si el corte al tráfico será total, o si se dejará un carril para vecinos y repartidores.