Se busca corazón de la ciudad de Zaragoza

Solo hay que hacer un poco de memoria para comprobar la cantidad de actos y celebraciones que, a partir de este verano, se van a ver afectados por el cierre del paseo de la Independencia de Zaragoza con motivo de las obras de la segunda fase del tranvía. Desde eventos deportivos hasta las más arraigadas tradiciones deben buscar itinerarios alternativos.

La primera idea que vino a la mente tras el anuncio del alcalde, Juan Alberto Belloch, fue la del paseo vibrando con los conciertos de las fiestas del Pilar. Lo cierto es que este año no se instalará el escenario musical, algo que por otro lado, agradecen los vecinos. Pero no solo los decibelios buscarán nuevos espacios. Las ofrendas de flores y de frutos a la Virgen se verán afectadas, así como las actuaciones callejeras o el propio desfile del pregón.

Al margen de los festejos patronales, sufrirán los efectos de las obras las procesiones de Semana Santa, la cabalgata de los Reyes Magos o las pruebas deportivas, como la San Silvestre o la Media Maratón, entre otras. La Feria del Libro podría librarse de la quema, ya que los trabajos solo afectarán a la calzada, pero la -numerosas- protestas ciudadanas en forma de manifestación pueden ver disminuida su fuerza si, en lugar de discurrir por Independencia, toman otras rutas.

Como ya ocurriera durante la remodelación del paseo en 2002, el Ayuntamiento buscará alternativas, y todo apunta a que será la plaza del Pilar el nuevo centro de reunión para los ciudadanos en este tipo de eventos. Para procesiones y desfiles, la avenida César Augusto ya sabe lo que es salir del banquillo para asumir el flujo de personas mientras Independencia esté inhabilitada.