Ofertas especiales, promociones navideñas, miniprecios exclusivos... No importa el nombre que se le ponga, el hecho es que el pequeño comercio, tras un año malo para el consumo, está ofreciendo sugerentes descuentos para intentar remontar las ventas y, también, para ponerle las cosas fáciles a los Reyes Magos. Hasta recortes del 50% pueden verse en muchos escaparates días antes de que dé comienzo oficial la temporada de rebajas, que se atiene a una fechas y normas reguladas por ley: el 3 de enero comenzarán en el comercio de proximidad y el día 7, en los centros comerciales y las grandes superficies.

"Hasta entonces es posible que haya una demanda retenida porque el consumidor es muy sensible a las variaciones de precios", comenta José Antonio Pueyo, presidente de la Federación de Empresarios de Comercio de Zaragoza (ECOS). "Se estima que habrá unas rebajas excepcionales por la cantidad de productos a elegir debido a las bajas ventas y por los altos porcentajes de descuentos con los que a buen seguro comenzarán las rebajas", explica Pueyo.

Los comerciantes, que en los sectores textil y de regalos facturan una cuarta parte de sus ventas anuales en Navidad, tratan ahora con descuentos especiales de salvar unos "meses oscuros" que tampoco tiene visos de ir a 'iluminarse' con la llegada del nuevo año. "Por si la cuesta de enero no era lo suficientemente empinada, ahora nos meten el miedo en el cuerpo con la subida de la luz y los servicios", comentaban ayer clientes y vendedores a ambos lados del mostrador. Son ya tres años de crisis económica y los compradores, 'obedeciendo' a las asociaciones de consumidores, parecen haberse acostumbrado a curiosear primero, comparar precios y no hacer grandes dispendios, sino comprar únicamente lo imprescindible.

Tirar de la imaginación

Cada aragonés desembolsa estos días unos 320 euros en regalos (17 menos que en 2009), según datos de la Unión de Consumidores de Aragón. Los presentes y pequeños detalles suelen comprarse en tiendas especializadas (32%) y en el pequeño comercio (28%), pero también en grandes superficies (40%) que son la competencia y la gran amenaza para la supervivencia de las tiendas de proximidad. De hecho, los centros comerciales no son ajenos a la crisis, también han visto las orejas al lobo y, en las últimas semanas, han lanzado agresivas campañas con tarjetas 'rasca y gana', cheques-regalo y vales de descuento.

Especialistas en dar una vuelta de tuerca a la imaginación son los comerciantes reunidos en la asociación de San Pedro Nolasco, que este año ha puesto en marcha propuestas tan originales como un pasaporte urbano (en el que reuniendo sellos de los comercios se accede a diferentes premios, incluido un fin de semana para dos en una casa rural) o la convocatoria de un 'flashmob' de besos y abrazos.

Todo es poco con la ardua tarea de reactivar el consumo, habida cuenta de que en muchos escaparates se confunden los carteles de 'descuentos especiales' con los de 'liquidación total por cierre'. "Otros años la demanda se disparaba la semana que se cobraba la paga extra o después (para bien o para mal) del sorteo de Navidad", explican los comerciantes, que ahora lo fían todo a la generosidad de Sus Majestades de Oriente. "Los consumidores solo examinan los precios sin pensar en la calidad ni en las condiciones de trabajado en muchos de los países fabricantes", critican algunas tiendas, recelosas porque diciembre -un mes tradicionalmente alto en ventas- está resultando flojo. Desde ECOS recuerdan que estas navidades son las primeras con el incremento del IVA que entró en vigor en julio y que este aumento "ha sido muy difícil de trasladar a los consumidores por la atonía en el consumo privado". "Se infiere, por lo tanto, en que los márgenes de ventas se van a reducir", analiza la federación de comerciantes.