Zaragoza

Belloch admite que habrá que retirar la telecabina porque no pagará el déficit

LA POST EXPO DE ZARAGOZA

El alcalde de Zaragoza insiste en que el Ayuntamiento "no pondrá ni un euro" para paliar las pérdidas que genera la instalación. Estima que, si la empresa aguantara, este transporte acabaría siendo rentable.

Belloch admite que habrá que retirar la telecabina porque no pagará el déficit
ARáNZAZU NAVARRO

"Se quedará en Zaragoza indefinidamente". Cuatro años después de que hiciera esta promesa el día de la inauguración de la telecabina, en junio de 2008, el alcalde de Zaragoza ha tenido que reconocer la evidencia: "Si deciden retirarla, que se la lleven. No hay otra vía". Durante su tradicional visita navideña a la Casa Amparo, Juan Alberto Belloch reiteró que el Ayuntamiento no va a asumir el déficit que genera la instalación. Solo en 2009, registró unas pérdidas de 1,8 millones.

Precisamente, Aramón y la empresa Leitner, que explotan conjuntamente la telecabina, han reclamado al Consistorio que asuma las pérdidas del servicio desde el pasado septiembre. Hace dos semanas remitieron al Consistorio una auditoría de las cuentas, junto con la exigencia de que asuma su responsabilidad con el déficit, como contempla las condiciones del contrato firmado en su día para la explotación de un transporte que está resultando totalmente ruinoso.

El vicealcalde, Fernando Gimeno, ya aseguró el jueves a este periódico que el Ayuntamiento no iba a hacerse cargo de ese dinero, pero el alcalde volvió a dejarlo ayer claro: "Desde nuestro punto de vista está claro que no ponemos ni un euro", subrayó. Aunque lanzó un mensaje a las empresas que gestionan la instalación: "Es obvio que no se puede mantener, pero si la compañía tuviera buen criterio de darle tiempo y asumir el déficit durante un tiempo, terminaría siendo rentable, pero desde luego el Ayuntamiento no puede poner un euro en este momento en una actuación de este tipo".

Respecto a su decisión, Belloch explicó que hay que "tener criterio en este tipo de cosas" y haciendo referencia a la delicada situación en la que se encuentran las arcas municipales, manifestó: "No estamos para este tipo de inversiones".

Sin embargo, reconoció que "sería una pena" que Aramón y Leitner desmontaran la telecabina, ya que recordó que en el 2012 hay un concurso general sobre temas de movilidad y "ese sería un buen tema para meter en las prescripciones administrativas". "Pero eso la empresa deberá ver si puede aguantar las pérdidas o no durante ese tiempo, pero el Ayuntamiento, desde luego, no puede subvencionarlo", insistió Belloch.

En el pliego de condiciones

Las peticiones de las empresas que gestionan la instalación se basan en las condiciones que incluye el pliego de la telecabina. Recoge la posibilidad de que el Ayuntamiento de Zaragoza asuma las pérdidas de esta cuando se cumplan dos años con déficit, cosa que ocurre desde mediados de septiembre. El contrato dice que será esta administración la que "deberá restablecer el equilibrio económico-financiero del contrato" en varios supuestos.

En uno de ellos contempla que en el caso de que los resultados económicos de la explotación no alcancen las previsiones iniciales -cosa que sucede desde que terminó la Expo- el Ayuntamiento tiene dos opciones: una es "poner fin a la actividad, resolver el contrato y que el concesionario traslade las instalaciones de la telecabina a otro lugar" y la otra, "acordar el establecimiento de subvenciones a favor del concesionario".

Fuentes de Aramón han señalado estos días que su intención es que la telecabina se pueda mantener en la ciudad y que, en cualquier caso, cumplirán el contrato firmado en su día. Sin embargo, apuntaron que no puede ser a costa de asumir un déficit tan elevado. Desmontar este equipamiento también tendría un alto coste para la UTE Aramón-Leitner. El Ayuntamiento de Zaragoza y la concesionaria tendrán que poner sobre la mesa sus posturas en próximas reuniones. Aunque, de momento, el futuro de la telecabina está en el aire.

En funcionamiento y vacía. La telecabina, abierta en este periodo navideño, solo recibió once visitas el pasado jueves. A las 15.00 tuvo que cerrarse por el fuerte viento que hacía ese día en Zaragoza.