El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, ha reconocido que no habrá presupuestos para 2011 si tiene que renunciar a la partida de 300.000 euros prevista para el Área de Grandes Proyectos. "Habrá esa partida, aunque no haya presupuestos", ha respondido el alcalde a los condicionantes impuestos por el portavoz de CHA, Juan Martín, para apoyar el proyecto de presupuestos para el próximo ejercicio.

En declaraciones a los medios de comunicación antes de presidir la puesta en marcha del Club de Anfitriones de Zaragoza, Belloch ha señalado que los grupos municipales de la oposición deberían hacer una reflexión sobre los presupuestos, porque "lo que los ciudadanos valoran" es el compromiso.

El alcalde tiene confianza en sacarlos adelante, "pero no a ese coste", y ha dicho que si no se aprueban en diciembre "se aprobarán en mayo", ya que aunque "se creará algún inconveniente" a las entidades sociales no afectará al conjunto de la ciudadanía "y ahorraremos más".

Belloch ha criticado asimismo que "un partido minoritario vete lo que apoya el 80% de la ciudadanía", en alusión a la candidatura para ser Capital Europea de la Cultura 2016 o a los Juegos Olímpicos de Invierno 2022, cuando, además, "la cantidad no es significativa".

En una rueda de prensa previa, el portavoz de CHA ha reconocido que la negociación, iniciada el viernes, con el vicealcalde y consejero municipal de Economía y Hacienda, Fernando Gimeno, "no va bien", precisamente por dicha partida.

Para Martín, cuando se va a producir un recorte de las inversiones de en torno al 50%, que va a afectar a la oferta educativa y cultural, "jugarse" que haya presupuestos para 2011 es una "frivolidad". A su juicio, "en los tiempos que corren no nos parece la apuesta que un gobierno de izquierdas debería tener". El edil de CHA considera que "no es una cuestión de cantidades" sino de "filosofía de fondo", sobre todo, cuando se está pidiendo a entidades sociales que recorten su presupuestos.

Los nacionalistas volverán a reunirse con Gimeno previsiblemente mañana y su intención es la de negociar "hasta el último minuto", con el objetivo de que se aprueben los presupuestos, ya que, en el caso contrario, ha advertido, "desaparecerían las subvenciones" y "sólo se pagaría" la luz, el agua, el gas, el teléfono, las nóminas y las inversiones que se están ejecutando en el momento.