PRESUPUESTOS MUNICIPALES

¿Truco o trato con el presupuesto?

El giro dado por CHA, que ahora se ofrece a negociar las cuentas de 2011, suscita desconfianza en el gobierno muncipal PSOE-PAR, que avisa que no prolongará las conversaciones más de un mes.

El portavoz de CHA, Juan Martín, conversa con el vicealcalde, Fernando Gimeno.
¿Truco o trato con el presupuesto?
JOSé MIGUEL MARCO

Semana y media después de Halloween, a más de uno le parece que CHA acaba de tocar a la puerta del gobierno municipal PSOE-PAR con la pregunta: ¿Truco o trato? La oferta de los nacionalistas de negociar el presupuesto, que supone un cambio radical respecto a la negativa rotunda que mantenían poco antes de la festividad de Todos los Santos, ha suscitado todo tipo de reacciones en el Ayuntamiento de Zaragoza. ¿Tiene CHA un ánimo sincero de desatascar las cuentas? ¿Busca protagonismo mediático? ¿Pretende enarbolar la negociación presupuestaria para desgastar al gobierno?


"Lo veremos en la primera reunión", dijo el vicealcalde y concejal de Economía, Fernando Gimeno, que hasta ahora había dado por hecho que el presupuesto de 2011 se iba a prorrogar. De momento, opta por la cautela. "No voy a ser muy optimista hasta que no me siente y veamos de qué estamos hablando", afirmó tras la junta de gobierno de ayer. No obstante, no tuvo más remedio de que decir que estaba "encantado" de la oferta de diálogo y de mostrar su confianza en un acuerdo, aunque fuera con la boca pequeña.


El portavoz de CHA, Juan Martín, exigió un proyecto de presupuestos para abrir el debate. Consciente de que el gobierno se siente cómodo con la prórroga, porque con la situación en la que se encuentran las arcas municipales el presupuesto no daría casi margen a seis meses de las elecciones, el edil hizo gala de "responsabilidad" y pidió "una negociación transparente" para fijar las prioridades políticas de 2011.


¿Pero qué quiere realmente CHA? Martín insiste en que su voluntad es la de alcanzar un acuerdo, pero otros en el Ayuntamiento lo dudan. Creen que los nacionalistas solo quieren protagonismo, que plantearán propuestas inasumibles para el gobierno y que la negociación decaerá. Ven que su cambio de postura es una mera táctica, una estrategia "electoralista" para sacar cabeza en la precampaña.


Eso sí, con su ofrecimiento, CHA consigue dos cosas. La primera, y más importante, es que el equipo de gobierno presente su presupuesto, que será cualquier cosa menos electoral: con un severo ajuste de al menos un 7%, sin apenas inversión ni proyectos vendibles. Además de forzar el debate, evita que el gobierno recurra, al menos de momento, a la estrategia de culpar a la oposición de los problemas derivados de la prórroga presupuestaria.


Con su entrada en escena, CHA puede pretender con esta estrategia forzar tensiones entre los socios, PSOE y PAR, que ya quedaron en evidencia en la negociación de las ordenanzas fiscales, descolocar a IU, hasta ahora socio presupuestario de Belloch y que ya ha anunciado que su apoyo esta vez es inviable, además de posicionarse ante el electorado como aliado de gobierno fiable para los socialistas de cara a la próxima legislatura. Pero la operación no está exenta de riesgos, especialmente por las interpretaciones que un bandazo de este perfil puede provocar.


Pese a que a CHA le gustaría dilatar la negociación, el PSOE ya avisó ayer de que después del debate sobre el estado de la ciudad (16 y 17 de noviembre) presentará un borrador y que si no hay acuerdo este mes, se prorrogará el presupuesto. Es decir, el PSOE solo acepta tratos, nada de trucos. Para saber lo que busca CHA solo habrá que esperar unos días.