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"Bosé existe porque Miguel es intocable"

El cantante actúa en la noche de este lunes, a las 20.00, en el pabellón Príncipe Felipe, presentando su disco 'Cardio'.

Bosé, en un concierto en Madrid el pasado septiembre
"Bosé existe porque Miguel es intocable"
EFE

Usted ha sido entrevistado hasta la saciedad a lo largo de cuatro décadas, pero por un tiempo también estuvo en el otro lado. ¿Qué es más duro, sobrellevar una mala pregunta o tratar de no hacerla?

Eso depende de lo que tenga enfrente. Si hay un gilipollas es desagradable entrevistarlo y responderle: si es una persona normal, que hace su trabajo con profesionalidad y educación, siempre colaboro… pero hay gente pa’ todo. Creo que la tarea del entrevistador es difícil, debe proponer determinadas preguntas que cree necesarias: hay que se hábil. Admiro a quienes lo hacen bien, porque en ‘Séptimo de caballería’ yo era pésimo. Carezco de curiosidad, no he nacido para eso: nunca supe qué podía interesar al espectador, así que convertía las entrevistas en charlas.


Con ‘Papito’ se zampó las listas de éxitos… ¿cómo lleva ‘Cardio’ sus primeros meses de vida?

Ha sido tremenda la aceptación, tanto el disco como el concierto están gustando. Entiendo que el disco ha sorprendido, y a mí el primero: cuando empecé a hacerlo no sabía qué camino iba a seguir, nunca sabes lo que va a pasar al componer. Es un trabajo vibrante, uno de los discos con mejor rollo de todos los que he hecho, y el directo es muy poderoso.


¿Ha cuidado especialmente la parte tecnológica de la puesta en escena?

Sí, se trata de una gran arquitectura ilustrada que trabaja con la música, interactúa como un reloj. Pasamos tres meses de ensayos para dejar la puesta en escena bien a punto.


¿Qué está grabando ahora?

Duetos que tenía pendientes y que había dejado por la gira. Son temas de Albert Hammond, clásicos. Saldrán en navidades, o poco después, pero no en discos _míos, sino en las producciones de los artistas con los cuales he grabado. Está un mexicano, Rayli; otro compatriota suyo, más conocido en España, Aleks Syntek; también uno con Ana Torroja....


Dicen que es usted despistado. ¿Cuál es la más gorda que le ha pasado en un escenario, confundirse de ciudad?

Con las ciudades no tengo problemas… pero con mis letras, sí. Es el colmo, por que las escribo yo; cuando canto temas de otros no me olvido, me es más fácil retenerlas. Imagínate cuántas veces habré cantado ‘Sevilla’, ¿5.000? Pues el otro día se me fue, me quedé en blanco… en cada concierto se me escapa alguna. Entonces reté al público con un “¿qué pasa, no os la sabéis?


Usted siempre ha guardado bajo llave su vida personal. ¿Qué impresión le causan fenómenos como el de Belén Esteban, o tipos como Mourinho, más estrella que sus jugadores?

El caso de esta chica no lo conozco mucho. En la tele veo series, deportes, algún que otro noticiero y para de contar. De las revistas del corazón ni te cuento: no me entero de la misa la mitad. Desde fuera suena a cosa sobredimensionada: han dicho que sería muy votada si se presentara a las elecciones, supongo que esa encuesta la ha hecho Telecinco. En cuanto a Mourinho, es un tipo muy inteligente: le conocí brevemente en el Bernabéu el día del 6-1 al Depor. Charlamos 10 minutos y gana en la distancia corta: no tiene nada que ver con el personaje que se presenta ante vosotros. Sabe cómo manejar las situaciones, lo que espera la gente de él… estas cosa y conflictos, y lo resuelve.


¿España consume más basura mediática que nunca?

No me gustan mucho esas cosas, necesito la discreción, no podría vivir como ellos, imposible, dejaría esta profesión. Sería una tortura. Yo necesito mi refugio, mi entorno, amigos, familia, mis cosas: es un mundo muy pequeño y no permito que se transgreda. Lo que hace Bosé, el personaje público, se sabe: los criterios que comparte, sus discrepancias… pero Bosé existe porque Miguel es intocable.


Por ende, debe tener alergia a las redes sociales…

De Twitter, nada: es una aberración, un producto adictivo con gente muy enganchada. No puedo contar lo que hago cada minuto y repasar los tweets: lo veo como un videojuego social que no me va. En cuanto al Facebook, ahorra psicólogos, desde luego: crea mundos y espanta soledades, pero no lo necesito. Me basta con mi web.