Por primera vez, el chupinazo de las populares fiestas de San Roque no tendrá lugar en la plaza de España. El Ayuntamiento de Calatayud e Interpeñas decidieron ayer que el escenario para el inicio de las celebraciones, el viernes 13, será la avenida de San Juan el Real. La razón estriba en que buena parte de la plaza ha sido vallada porque un edificio se encuentra en estado de ruina inminente. El Consistorio decidió acotar el acceso a ese espacio tan transitado por los bilbilitanos como medida de precaución.

Federico Llorens, teniente de alcalde y primer edil en funciones, indicó ayer que se reunieron con Interpeñas para abordar el problema, y la avenida de San Juan el Real les pareció la ubicación más apropiada. Aseguró que no habrá problema para que a lo largo de esa calle quepan más de 4.000 peñistas dispuestos a pasarlo en grande.

Eso sí, cabe recordar que se intentará que el acto resulte 'limpio' en la medida de lo posible. Es decir, se procurará que la calle no termine con tanta suciedad como en ediciones anteriores de San Roque. Para que haya un chupinazo limpio, los miembros de seguridad contratados por Interpeñas controlarán que los ciudadanos no porten huevos, harina y polvos de talco. Cuando termine el esperado momento, se les volverán a entregar esos materiales. Así lo indicó Llorens.

San Roque estará marcado por la diversión, con la música como uno de los pilares de la celebración. Entre otros, por Calatayud pasarán La Unión, Starkytch, las Supremas de Móstoles, en lo que promete ser el momento 'friki' de las fiestas, Maldita Nerea, La caja de Pandora... En cuanto a los festejos taurinos, no faltarán los encierros, las vaquillas o las corridas. Asimismo, el reconocimiento al peñista del año recaerá en Isabelino Agudo Gómez, de La Unión, que conmemora su 50 aniversario.

Asimismo, a partir de hoy, y hasta el mismo viernes 13, las peñas instalarán sus puestos en el paseo para vender las chapas que dan acceso a sus respectivos recintos.

El grave deterioro de un inmueble de la plaza de España ha obligado a tomar una medida de urgencia ante la cercanía de las fiestas y a romper con la tradición de San Roque. El vallado de más de la mitad de la superficie del lugar no ha pasado desapercibido. Antes de que empezaran los trabajos de derribo de un edificio en mal estado, en la revisión de las casas aledañas los técnicos descubrieron grietas en una. El martes, cuando se efectuaba la demolición, se percataron de que el problema en el segundo edificio era más grave. Había riesgo de que se viniera abajo y cayera en la plaza.

El Ayuntamiento contactó con los dos vecinos del inmueble y ayer mismo decretó el estado de ruina inminente. Les ha dado un plazo de diez días para que decidan si contratan a alguna empresa para apuntalarlo o derribarlo. En su defecto, el Ayuntamiento lo demolerá, acción que deberán sufragar los vecinos. Uno de los afectados denunció la mala gestión municipal en lo relativo a este edificio. Resaltó ya que habían alertado al Ayuntamiento de graves desperfectos y en la casa consistorial hicieron oídos sordos.