DISTRIBUCIÓN DEL AGUA

Las obras elevaron un 17% el número de reventones de tuberías en 2009

Después de una progresiva reducción desde 2001, las roturas aumentan por primera vez. El plan de mejora de la calidad del agua se cierra con 173 kilómetros de canalizaciones renovadas, 58 menos de los previstos.

El aluvión de obras que tuvo Zaragoza en 2009 se tradujo en un incremento del número de roturas de tuberías. Esta es la explicación que dan los técnicos del Ayuntamiento para justificar el repunte de reventones que se produjo el año pasado. Si en 2008 se registraron 331 incidencias en las canalizaciones de la capital, en 2009 hubo 387, es decir, casi un 17% más. Es la primera vez que aumenta el número de reventones desde el año 2001.


Pese al incremento de las averías en las canalizaciones de agua, las cifras del año pasado aún están lejos de las incidencias que se producían a finales de los noventa. En aquellos años, el número de reventones anuales solía oscilar entre los 650 y los 750. El progresivo proceso de sustitución de las viejas tuberías de fundición gris y fibrocemento por otras de fundición dúctil ha permitido reducir el número de roturas.


Desde la puesta en marcha del Plan de Mejora de la Calidad del Agua en 2002, que previó inversiones de más de 80 millones de euros y cuya vigencia concluyó en diciembre, se han renovado 170 kilómetros de tuberías, de los que 139 son de fibrocemento, 16 de fundición gris, 8 de PVC, 5 de hormigón armado y 2 de materiales diversos. Además, se han rehabilitado otros tres kilómetros.


No obstante, estos 173 kilómetros no han servido para cumplir lo fijado en el plan, que previó la renovación en este periodo de 217 kilómetros de tuberías y la rehabilitación de otros 14. Por lo tanto, han faltado 58 para alcanzar el objetivo establecido en el programa de mejora de la calidad.


La red de tuberías de Zaragoza tiene 1.230 kilómetros, 206 más que en el año 2001. Este aumento se ha debido al crecimiento de la ciudad en los distintos sectores de expansión, como Valdespartera o Parque Goya. En total, quedan pendientes de renovación unos 340 kilómetros de conducciones de fibrocemento y fundición gris, dos materiales que se dejaron de utilizar hace muchos años y que son más proclives a las roturas.


No obstante, la presencia de fibrocemento y fundición gris en la red se ha reducido notablemente en los últimos años. Los materiales más problemáticos representaban en 2001 el 48,3% de la red, mientras que en la actualidad el porcentaje ha disminuido hasta el 27,6%. Por el contrario, los materiales más adecuados (fundición dúctil o polietileno) suponen el 61,6%, frente al 37% de 2001.


En total, desde 2001 a 2009 las tuberías han recibido una inversión de 51 millones de euros, una cifra similar a la prevista inicialmente. Esta cantidad supone el 65% de las previsiones inversoras del Plan de Mejora de la Calidad del Agua. La mayor parte de las tuberías renovadas han llegado gracias a las reformas integrales de calles. Por esta vía se han mejorado el 60% de canalizaciones.


Un 33% del agua no se controla

Zaragoza consume 59,9 hectómetros cúbicos de agua, 19,79 menos que en 2001. En términos relativos, supone una disminución del 24,8%. Si se tiene en cuenta el número de litros por habitante y día, la cifra está en 228 litros, 116 menos que en 2001 (la reducción es del 33,7%). Pero el agua que no se controla, bien porque sea la que se consume en parques o edificios oficiales, bien por que se pierde en la red, representa un 33% del consumo hídrico de Zaragoza.


El agua no medida supone 20,23 hectómetros cúbicos. Este volumen es muy inferior al de 2001 (39,94 hectómetros cúbicos). Las pérdidas suponen buena parte de los consumos incontrolados: entre 12,5 y 16 hectómetros cúbicos se desperdician en la depuradora y los depósitos, por fallos en las redes de tuberías (por reventones, por ejemplo) o por deficiencias en las instalaciones particulares.


El Ayuntamiento admite que estos 20,23 hectómetros cúbicos son un valor que está "por encima de lo deseable", por lo que apuesta por controlar el consumo en zonas verdes, usar medidores más precisos, mejorar las acometidas particulares o continuar mejorando las redes. Con el nuevo plan de mejora se quiere reducir el agua no medida en un 24,7%.


Nuevo plan de mejora

Ahora el Ayuntamiento quiere poner en marcha un nuevo plan de mejora de la calidad para el periodo 2012-2019. En principio, el documento se podría presentar a principios del año próximo. Entre los objetivos que se ha planteado el Consistorio, figura avanzar en la modernización de las redes de abastecimiento y saneamiento. Se considera esencial mantener el ritmo de renovación de la red de abastecimiento en torno a 20 kilómetros por año, así como la reducción del número de roturas con la implantación de conducciones de PVC o fundición dúctil.


También se pretende renovar 80 kilómetros de las redes de saneamiento, así como depurar la totalidad de las aguas residuales. La mejora de la calidad del agua de boca con el suministro desde Yesa y lograr una mayor eficiencia energética son otros objetivos.