"Las mejores noches saco como mucho 40 euros"

Los vendedores ilegales defienden que lo hacen para vivir, mientras entre los compradores hay tanto personas con bajos recursos como buscadores de objetos antiguos.

Imagen del rastro ilegal con decenas de vendedores la madrugada del domingo.
"Las mejores noches saco como mucho 40 euros"
Oliver Duch

Mostaph es un vecino de Utebo que desde hace tres meses vende en el ‘rastro de las tinieblas’. Extiende una manta y coloca sobre ella montones de ropa, material electrónico, algunos elementos de decoración... todo viejo. "Vengo aquí a sacar algo de dinero, no es nada malo", señala. Cuenta que consigue "entre 20 y 30 euros", y "40 las mejores noches". Este ciudadano de origen magrebí asegura que todo lo que tiene lo ha buscado en la basura o se lo ha encontrado, y que "no hay nada robado". Dice que no quiere tener problemas con la policía, mientras vende una chaqueta por un euro.

Alberto es un comerciante de Alfaro (La Rioja) que va a comprar al parquin de La Almozara desde hace tres años. "He venido el 90% de las noches", asegura. Pasea con una linterna frontal, de las que se colocan en la cabeza a modo de gorra, que enciende cuando se acerca a un puesto. Su perfil no es el de quien acude a comprar producto usado y megabarato por necesidad, sino que va "por entretenimiento".

Busca mercancía "que merezca la pena" por algún motivo, aunque confiesa que rara vez la encuentra. Cosas antiguas, monedas... "Un día compré un objeto por un euro que resultó tener cierto valor, pero eso es muy difícil". La noche del pasado sábado se llevó una tortuga de cerámica y un videojuego clásico "para el hijo de un amigo".

Su experiencia le dice que el material que allí se vende "sale de los contenedores", y que cuando hay algo robado "se nota fácilmente". "Sobre todo son herramientas", dice. Según su opinión, el sitio "tiene peor fama de lo que es". "A los ladrones cuando les pillan con algo dicen que lo han comprado aquí, por eso parece que aquí viene todo lo robado", opina. Este comerciante riojano cree que los vendedores "quieren sacarse algo para comer", y observa que el fenómeno "va a menos". "Hace dos o tres años había más", añade.

Con la segunda intervención policial de la noche, ‘el rastro de las tinieblas’ parece concluir. Pese a ello, muchos se quedan en los alrededores esperando a ver si se rearma en unos minutos, y con la certeza de que el sábado que viene volverán.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión