Caos en Zaragoza por una tormenta torrencial

Los bomberos recibieron 150 llamadas en apenas 15 minutos y la caída de más de 50 árboles colapsó el tráfico. La tromba de granizo cegó decenas de desagües y en Las Delicias los coches flotaban por el agua acumulada.

Fuerte tomenta en Zaragoza

Corta pero intensísima. La tormenta que en la tarde de este miércoles descargó sobre Zaragoza con toda su furia sumió a la ciudad en un caos total en apenas diez minutos. Fueron 17 litros por metro cuadrado los que cayeron, pero con categoría de lluvia torrencial por el escaso tiempo en el que se acumularon. El agua llegó acompañada por rachas de viento que alcanzaron los 100 kilómetros por hora, tal y como explicó el delegado territorial en Aragón de la Agencia Estatal de Meteorología, Rafael Requena.

Más de 50 árboles, muchos de gran porte, se desplomaron sobre coches, motos, tendidos eléctricos, la catenaria del tranvía, carriles bicis, aceras y calzadas, terrazas, toldos... Muchos de ellos cortaron el tráfico en vías pequeñas y grandes, como Sagasta, la avenida Puente del Pilar, Asalto, Cesáreo Alierta, parque de La Paz, Cosuenda o el paseo de Longares, Villa de Pau, Tierno Galván, Castillo de Loarre, Alquézar o Violante de Hungría, entre otras.

Y donde no fueron los árboles los que interrumpieron la circulación fue la cantidad de agua que se llegó a acumular en calles como Demetrio Galán Bergua, donde decenas de coches se desplazaron flotando y se amontonaron como si fuera una riera costera. La avenida de Navarra, como ya ocurriera el pasado 1 de julio, fue otro punto donde los desagües no dieron abasto, provocando grandes balsas de agua en las que los vehículos se quedaron atrapados. Así ocurrió en el nudo de Carrefour, donde se formó una importante retención en sentido entrada de ciudad que llegó a la autovía de Logroño, según detallaron desde el Ayuntamiento de Zaragoza.

También se formó atasco en la entrada al barrio de Santa Isabel a causa de los vehículos que se pararon debajo del puente para protegerse del granizo. Los daños causados por el pedrisco están pendientes de valorar pero se presume que serán cuantiosos.

Tras esos minutos de intensa tormenta, en los que se recogieron 17 litros por metro cuadrado en el medidor de Valdespartera y 12 en el aeropuerto, los Bomberos de Zaragoza recibieron más de 150 llamadas por incidencias de todo tipo que fueron atendiendo dependiendo de la gravedad de la situación.

Por eso, a través de las redes sociales pidieron paciencia a los conductores y los vecinos que en algunos sitios, como en la avenida de Madrid, llegaron a cortar el tráfico por su cuenta en la creencia de que así llegarían antes los equipos de emergencia.

Árbol arrancado en Fernando el Católico

Varias ramas de gran tamaño que cayeron sobre la catenaria del tranvía a la altura de la plaza de San Francisco obligaron a interrumpir el tráfico en la mayor parte de su recorrido. Al cierre de esta edición seguía funcionando en bucle en Valdespartera y en el Actur hasta La Chimenea.

Los achiques de agua en garajes, comercios a pie de calle, bajos de casas y terrazas se acumularon en las tareas pendientes de los bomberos, desbordados por las llamadas. También será preciso revisar muchos tejados, cornisas y voladizos. Por su parte, la Policía Local se afanaba en retirar los numerosos contenedores y mobiliario urbano que salió volando en distintas zonas de la capital aragonesa.

También en el aeropuerto de Zaragoza se produjo alguna incidencia. Desde Aena informaron de que un avión de carga procedente de Dubai iba a aterrizar justo cuando comenzó a caer algo de granizo y, por prevención, se decidió que se desviara a Madrid. La aeronave, no obstante, regresó a Zaragoza ya entrada la noche y pasada la tormenta.


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