"Me atropellaron, perdí el trabajo y ahora el seguro no me quiere pagar"

Alin Manda, usuario de patinete eléctrico, fue arrollado por un coche en el carril bici de la avenida de Goya. Ahora la compañía aseguradora del vehículo infractor se niega a asumir el coste del patinete averiado.

Alin Manda (con los papeles de la denuncia en la mano) muestra su patinete (de la marca Segway), averiado tras el accidente.
Alin Manda (con los papeles de la denuncia en la mano) muestra su patinete (de la marca Segway), averiado tras el accidente.
P. B. P.

Alin Manda presume de ser "de los primeros zaragozanos" en hacer uso de un patinete eléctrico en sus desplazamientos diarios, pero en su caso, la dicha duró poco, pues al poco tiempo de comprarse este vehículo para ir al trabajo sufrió un accidente de tráfico cuando circulaba con él por el carril bici de la avenida de Goya, en Zaragoza, y se quedó sin patinete y sin trabajo.

"Me lo compré en octubre de 2017 porque entraba a trabajar a las 6.00 en una panadería de La Almozara, y los buses del Ayuntamiento no van a esa hora. A los tres meses, el 18 de enero, me atropelló un coche y perdí el empleo después de tres años y medio que llevaba trabajando ahí, porque estuve 75 días de baja... ¿Quién te aguanta así tanto tiempo?", se pregunta con gesto triste Alin, que desde el siniestro no ha vuelto a hacer uso del patinete (el cual sigue pagando a plazos).

La fatalidad se cruzó en su camino el 18 de enero de este mismo año. "Me acuerdo de ese día perfectamente. Me fui de la calle Princesa al Príncipe Felipe, que es distancia, y a solo 200 metros de mi casa me atropelló un coche. Yo subía por Francisco de Goya y, en el cruce con Baltasar Gracián, el conductor no miró al girar y se me llevó por delante. Ese día estuve a punto de ser atropellado tres veces...", relata al hablar de la falta de "conciencia" que hay en la ciudad a la hora de circular.

Al lugar del siniestro acudió una ambulancia y una patrulla de la Policía Local. También un amigo suyo, que se esperó con él hasta que llegó el personal sanitario y lo trasladó al hospital más cercano (pues no podía andar tras el golpe). "Lo primero que me preguntó el policía fue por dónde circulaba. Y en la denuncia –al no estar regulado el uso de estos vehículos– consta como atropello a un peatón", indica mostrando el parte interpuesto por los agentes aquel día.

Después del accidente, Alin estuvo con la pierna inmovilizada dos semanas, sin poder mover la rodilla derecha a causa del golpe. "He tardado 74 días en curar y me he dejado 350 euros en taxis desde el 18 de enero hasta finales de marzo para ir al médico y a la rehabilitación en una clínica privada, pero el seguro no me quiere pagar. Si me has hecho un daño y a ese conductor lo estás asegurando; cumple; yo no quiero una cosa que está rota y no va bien por culpa de alguien", dice enfadado.

La oferta que ha recibido por parte de la compañía aseguradora recoge una indemnización de 4.223 euros (a 52 euros por día de perjuicio). Esta propuesta, que Alin se niega a aceptar "por una cuestión de principios", no incluye ni los desplazamientos en taxi (tan solo la factura de uno de ellos por 19,90 euros) ni el coste del patinete averiado (que le costó en su día 600).

"Si no me lo pagan me buscaré un abogado e iremos a juicio. Me dicen que por qué no lo llevo a arreglar, y resulta que la única empresa de Segway que hay está en Bélgica. Yo no quiero arreglar una cosa nueva que no estropeé yo. Cogeré un abogado y que lo paguen. Esto es ya una cuestión de principios, no solo de dinero, porque las compañías grandes siempre se burlan del pequeño", se lamenta.

Ahora hace unas semanas que Alin ha vuelto a estar empleado. Trabaja en una panadería de toda la vida en el barrio de Las Delicias y va hasta allí andando. Aunque no ha vuelto a utilizar el patinete, confiesa que le gustaría volver a circular con él de camino al trabajo, pero asegura que hace falta "conciencia por parte de todos" para evitar atropellos desafortunados. "A la gente mayor le cuesta... no está acostumbrada a este tipo de movilidad. Pienso que esto es algo que hay que regular porque todavía no estamos capacitados para la convivencia", puntualiza.

Por su parte, desde la recién creada Asociación de usuarios de vehículos eléctricos y de movilidad personal, se muestran también a favor de una regulación "justa y flexible", que facilite las cosas a los usuarios que apuestan por una movilidad sostenible en la ciudad. "Por lo que sabemos, atropellos afortunadamente parece que no ha habido más; pero sí que hay compañeros que tienen vídeos de coches saltándose semáforos o invadiendo el carril bici que son por desgracia el día a día", apostillan desde la entidad.

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