El 73% de los vecinos del Actur creen que su barrio es mejor que los demás

El barrio del Actur ha alcanzado la madurez y por el momento sortea con éxito la crisis de los cuarenta. De hecho, el 73% de sus vecinos está convencido de que su barrio es mejor que los demás a la hora de vivir en Zaragoza.

Hace ahora 42 años que el entonces Ministerio de Vivienda adjudicaba los trabajos para empezar a construir desde cero un nuevo barrio en la margen izquierda del Ebro. La operación se englobaba dentro de una gran Actuación Urgente (de ahí Actur) que perseguía atajar los problemas de falta de suelo urbano para alojar a las familias que llegaban a las principales ciudades españolas para trabajar en los polígonos. Desde el principio, los vecinos se organizaron para hacer valer sus intereses ante el Ayuntamiento, la junta de compensación y el Gobierno de Aragón. Tal y como ocurre ahora en los barrios del sur de la ciudad, aquel grupo de primeros colonos estaba integrado en su mayoría por parejas o familias jóvenes a las que les tocó batallar por unas líneas coherentes de transporte público, mobiliario urbano adecuado o la construcción de centros escolares suficientes.

Los puntos fuertes

Ahora, más de cuatro décadas después, los habitantes del Actur transmiten un nivel de satisfacción muy superior al de los vecinos de otros barrios de Zaragoza, según se desprende de la encuesta realizada por A+M para HERALDO DE ARAGÓN. Además, un 83,5% de los entrevistados asegura que, si pudiese elegir cualquier zona de la ciudad para vivir, se quedaría en el Actur sin dudar. A la hora de señalar los aspectos más positivos del barrio, el 40% coinciden al destacar sus zonas verdes, seguidas de la amplitud de sus calles y aceras (26,1%), la tranquilidad y calidad de vida en general (25,3) y la dotación de servicios (24,9%).

Emilio Rodríguez, presidente de la Asociación de Vecinos Actur – Rey Fernando coincide en que el Actur es un barrio bien comunicado, con gran cantidad de zonas verdes y sin grandes problemas de seguridad ciudadana, aunque matiza que siempre hay cosas puntuales que mejorar.

Los grises

Ahora, por ejemplo, la asociación está luchando por que la línea de autobús número 23 llegue hasta el pabellón Siglo XXI tanto por la mañana como por la tarde, en vez de finalizar en la puerta de Gran Casa como hace ahora en determinados tramos horarios. También plantean reforzar la frecuencia del tranvía en las horas punta (especialmente coincidiendo con los horarios de los universitarios) y estudiar fórmulas para que la conexión con el Centro esté siempre asegurada mediante líneas de autobús y no dependa por completo del tranvía para evitar colapsos en caso de huelga, por ejemplo.

De hecho, a la hora de buscar los tres problemas más importantes del barrio, el 36,4% de los encuestados menciona el 'transporte urbano insuficiente'. En ningún otro aspecto negativo coinciden tantos vecinos aunque el 19,3% sí mencionan el exceso de tráfico y el 11,7% la falta de plazas de aparcamiento. "Alguna vez, en función de las horas, toca dar un par de vueltas con el coche para encontrar plaza", matiza Rodríguez restando importancia al asunto.

Donde sí coinciden más vecinos es a la hora de detectar los aspectos en los que las administraciones no están cumpliendo sus promesas. Un 30,1% menciona los servicios médicos y centros de especialidades aunque poco a poco el Grande Covián esté recuperando especialidades y Sanidad ha anunciado que planea reforzar el centro. Un 28,9% vuelven a mencionar en este apartado la promesa de ampliar líneas y frecuencia de autobús.

Pensando en el futuro

Por otro lado, desde la asociación de vecinos recuerdan que ha pasado más de una década desde que se planteó construir una residencia de ancianos oficial de la DGA cerca del parque del Tío Jorge. Proyecto que quedó paralizado y acabó cayendo en el olvido. En estos años han proliferado las residencias privadas para mayores con plazas concertadas pero conforme la edad media de los vecinos va aumentando, la asociación vuelve a fijar la reclamación de una residencia pública y centros de día entre sus objetivos prioritarios: “Durante muchos años luchamos por colegios e institutos. Ahora los niños han crecido y empiezan a sobrar vías y por lo que empezamos a preocuparnos es por que haya en el barrio un número suficiente de plazas públicas en residencias para mayores”, concluye Rodríguez.