Los cinco acusados por la bronca de la Ofrenda pagan 1.000 € a los agentes heridos y evitan el juicio

Ni siquiera llegó a celebrarse el juicio. La exdirectora general de la DGA y letrada de la Comunidad Paula Bardavío y los otros cuatro acusados por el altercado que se produjo durante la última ofrenda del Pilar –su pareja, bombero; su cuñado, policía nacional; su hermana y un amigo– indemnizaron ayer con mil euros a los tres policías locales que resultaron lesionados durante su arresto y evitaron ser juzgados por tres faltas de lesiones leves.

La bronca se desencadenó al paso del grupo de oferentes de la Jefatura Superior de Aragón por la calle de Alfonso I, momento en el que la hermana de la exdirectora general por el PAR se puso a silbar. Según aclaró después esta, lo hizo para saludar a un amigo, pero algunos de los allí presentes lo interpretaron como un gesto de protesta y censura contra los Cuerpos de Seguridad del Estado. Aquello dio lugar a un acalorado enfrentamiento verbal que acabó con varios de los implicados por el suelo, escena que fue grabada por numerosas personas y que se hizo enseguida viral a través de las redes sociales, dado que un primer momento se pensó que los detenidos eran independentistas radicales.

La sorpresa saltó después, cuando HERALDO informó de que entre los arrestados figuraba Paula Bardavío, quien llegó a ser número 2 en las listas del PAR a la alcaldía de Zaragoza en las municipales de los años 2011 y 2015. La también letrada de la Comunidad pasó varias horas en los calabozos de la comisaría del Actur. También lo hicieron el policía nacional y el bombero. Sin embargo, tras prestar declaración asistidos por un abogado, los tres quedaron en libertad cerca de las dos la madrugada del día 13 sin pasar por el juzgado de guardia.

Denuncias cruzadas

El extraño incidente provocó denuncias cruzadas, ya que los detenidos –a los que se investigaba inicialmente por delitos de atentado, resistencia y lesiones– también emprendieron acciones legales contra los agentes municipales que los arrestaron. Tras interrogar a todos los implicados en la trifulca, la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza, Mercedes Terrer, restó importancia a lo ocurrido y dijo que se enmarcaba en el ambiente de "enorme tensión" existente en esas fechas en España a raíz de los hechos ocurridos días antes en Cataluña y, en concreto, a la intervención policial por el referéndum del 1 de octubre.

Para la instructora, el incidente fue fruto de la tensión y confusión del momento, ya que los silbidos de la hermana de Paula Bardavío no iban dirigidos contra la Policía Nacional. La juez entendió que la reacción de los familiares y amigos de la mujer que acabaron detenidos también fue consecuencia de la crispación del momento, puesto que estaban a varios metros de distancia y se acercaron para mediar sin saber realmente qué estaba pasando.

Tras analizar lo sucedido, la juez entendió que no cabía juzgar a los encausados por delitos de atentado y ordenó que se incoara juicio por tres delitos leves –antiguas faltas– de lesiones contra los agentes de la Policía Local. Los abogados de los implicados, José Luis Melguizo, Olga Oseira y José Manuel Marraco, se mostraron ayer satisfechos con este resultado y finalmente han logrado evitar el juicio indemnizando a los lesionados.

Al margen de las consecuencias penales –que ya solo podrían haber quedado reducidas a multas–, por su condición de funcionarios públicos, tanto Paula Bardavío –designada en noviembre vocal del Tribunal de Contratos de Aragón– como el policía nacional y el bomberos se exponían a posibles expedientes internos. Posibilidad que al retirar la acusación contra ellos se desvanece.