La DGA niega ser responsable de la electrocución de un niño en el Actur

El menor salvó la vida pero le han quedado secuelas. La Fiscalía acusa a la administración y a un exjefe de servicio.

Los técnicos inspeccionaban el 26 de septiembre de 2014 el armario eléctrico donde se produjo la descarga.
Los técnicos inspeccionaban el 26 de septiembre de 2014 el armario eléctrico donde se produjo la descarga.
Asier Alcorta

El Gobierno aragonés y el funcionario –ya jubilado– acusado por la electrocución de un niño de diez años junto a las pistas de atletismo del Actur de Zaragoza niegan cualquier tipo de responsabilidad en este accidente, ocurrido el 26 de septiembre de 2014 y en el que afortunadamente el menor, aunque pasó 32 días hospitalizado y le han quedado secuelas, logró salvar la vida. Tanto la DGA como el exjefe de servicio J. M. C. L. están representados en esta causa por el letrado de la Comunidad Autónoma José Luis Gay, quien mantiene en su escrito de conclusiones provisionales que en estos hechos no existió ningún tipo de responsabilidad penal. Reconoce que es obvio que el accidente se produjo, pero considera que solo cabría plantear "en su caso" la responsabilidad patrimonial de la administración.

Como informó HERALDO, la Fiscalía y la acusación particular, que ejercen los padres de la víctima, atribuyen al encausado un delito de lesiones por imprudencia grave del que consideran responsable civil subsidiario al Gobierno aragonés. Y lo hacen, dicen en sus escritos de acusación, por ser este el responsable del mantenimiento tanto del Centro Aragonés del Deporte (CAD) como de la instalación eléctrica: interior y exterior. En cuanto al exjefe de servicio, tanto el ministerio público como los padres del niño lo llevan al banquillo por entender que era la persona que debía haberse preocupado de que se adjudicara a una empresa la conservación del alumbrado exterior (como se hizo con el interior).

El chaval se subió a la valla

El abogado de la Comunidad Autónoma dice que es "imposible" atribuir responsabilidad alguna al encausado o a la DGA en el accidente del menor y explica que "este, jugando, se encaramó al monolito (armario eléctrico ubicado en la calle de Luciano Gracia, junto a las pistas) saltando la valla de protección colocada junto a él por la empresa de mantenimiento contratada por el Ayuntamiento".

Respecto a la valla, recuerda la defensa que en el verano de 2013 se pactó una cesión al Consistorio para que este a su vez facilitara la instalación del recinto festivo de Interpeñas en el conocido como Parking Norte de la Expo. Según el abogado de la DGA, lo que se acordó fue colocar una valla protectora sobre la acera para que hubiese una gran separación entre esta y el monolito o cuadro eléctrico. Sin embargo, siempre según la defensa, "el Ayuntamiento de Zaragoza no comunicó a la administración autonómica qué empresa iba a instalar los elementos de protección y la valla se colocó pegada al monolito".

El letrado José Luis Gay recuerda que el exjefe de servicio encausado no se encontraba presente el día que se produjo el accidente. "De igual forma, no estaban presentes los padres del menor accidentado, padres a los que correspondía la titularidad y el ejercicio de la autoridad familiar", concluye.

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