El coche eléctrico arranca con timidez en la ciudad
En 2017 se vendieron 19 coches con esta tecnología en la ciudad: es un 137% más que en 2016, pero un 0,1% del total. El sector destaca la posición estratégica de Zaragoza y el Ayuntamiento comienza a aplicar medidas para impulsarlo.
El coche eléctrico está en boca de todos. Los fabricantes, las administraciones, los políticos, los usuarios... casi todos los sectores ven en la tecnología limpia el futuro de la automoción, como ya se está demostrando en otros países de Europa. Sin embargo, los datos revelan que en Zaragoza y en España hay mucho camino por recorrer: durante 2017, en la capital aragonesa se compraron 19 vehículos eléctricos. Se trata de un incremento del 137% con respecto al año anterior, pero supone solo un 0,10% del total de unidades vendidas en la ciudad.
La situación de la ciudad no es excepcional. A nivel nacional, la venta de vehículos eléctricos sigue siendo mínima. Entre eléctricos puros e híbridos enchufables, se vendieron 8.588, un 0,69% del total. Pese a ello, la tendencia es ascendente y, sobre todo, su potencial es casi ilimitado. Durante los dos próximos años, prácticamente todos los fabricantes van a sacar al mercado de modo masivo sus modelos de energía totalmente limpia. Sin ir más lejos, en Figueruelas comenzarán a fabricar el Corsa en 2020. Se trata de una generación de vehículos más fiables, más desarrollados y con cada vez más autonomía.
El sector considera que Zaragoza es muy importante para el desarrollo del vehículo eléctrico. Primero porque es la quinta ciudad de España, y después por su posición a mitad de camino entre Madrid y Barcelona. Esta ubicación le convierte en un punto clave de recarga entre la capital de España y la Ciudad Condal, teniendo en cuenta que la autonomía de estos vehículos no suele superar los 300 kilómetros.
Arturo Pérez de Lucía, director gerente de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (Aedive), señala que es "esencial" que Zaragoza tenga "puntos de recarga rápida" para que los usuarios "tengan tranquilidad en sus desplazamientos entre Madrid y Barcelona". El mandatario de este clúster del automóvil eléctrico cree que el sector ya ha superado "un periodo valle" con el desarrollo y las ventas algo estancados, pero que se encuentra ahora "en la rampa de salida" de un crecimiento que puede ser imparable. Si se cumplen sus previsiones, dentro de 20 años la mitad de los vehículos pueden ser eléctricos.
El papel de las instituciones
Para ello, considera que es fundamental que las instituciones arrimen el hombro. Pérez de Lucía pide a las administraciones una normativa clara y eficaz para instalar los puntos de recarga, un plan de ayudas a la compra regular y dotado y que "trasladen a la ciudadanía la necesidad de apostar por un cambio tecnológico". En el caso de Zaragoza, celebra la constitución hace dos semanas de la Mesa por la Movilidad Eléctrica en el Ayuntamiento, aunque pide "una mayor sensibilidad al Gobierno de Aragón". Cree que, si se aplican las medidas que se han planteado, el crecimiento del coche eléctrico aquí "podría ser exponencial".
El Consistorio de la capital, aunque con timidez, ha empezado a aplicar medidas. Los vehículos de energía limpia tienen una bonificación del 75% en el impuesto de la circulación (la máxima que permite la ley) y pueden aparcar gratis en la zona azul. También va a lanzar una línea de ayudas para que el sector del taxi se pase al vehículo eléctrico.
Además, va a poner cargadores en la vía pública. En las próximas semanas se va a aprobar la instalación de dos modelos diferentes, con una inversión de 120.000 euros a cargo de la concesionaria de la zona azul, Z+M. En una segunda fase, habrá otros 500.000 euros para más cargadores. Además, en mayo comenzarán a llegar los nuevos coches híbridos y eléctricos de la flota municipal. En cuanto al bus, Avanza ya cuenta con 42 híbridos, y este mismo año probara dos tecnologías totalmente eléctricas que circularán en pruebas, pero con carga real de pasajeros.
De momento, los pasos que se han dado han sido cortos. O, al menos, no lo suficientemente largos como para que lleguen al ciudadano medio. Un buen reflejo es Zoilo Ríos, propietario de una red de estaciones de servicio que se ha involucrado en la instalación de puntos de recarga de coches eléctricos. El que tiene en El Portazgo, admite, se usa "muy poco". Algo más de éxito tiene el de El Cisne, exclusivo para vehículos de Tesla, que tiene recargas "todos los días" por su posición estratégica entre Madrid y Barcelona. "Pero seguro que esto va a más", augura.
