Admite que vendió las joyas sustraídas mediante engaño a una nonagenaria
La ladrona entró a la vivienda de la víctima haciéndose pasar por trabajadora del Ayuntamiento de Zaragoza.
Isabel Carbonell ha aceptado este jueves ser condenada a seis meses de prisión por vender las joyas sustraídas a una anciana de 90 años, ahora ya fallecida, y a indemnizar con 497 euros a los herederos de la víctima. La acusada se ha conformado con la petición de la Fiscalía después adelantar 200 euros y de que su abogado, Marco Antonio Navarro, llegara a un acuerdo con la representante del Ministerio Público y accediese a rebajar su petición inicial de 18 meses de prisión por un delito de hurto con la agravante de reincidencia, a seis meses por receptación.
La fiscal mantenía en su escrito provisional que la acusada, en junio de 2016, se presentó en casa de la víctima, en Las Delicias, haciéndose pasar por una trabajadora del Ayuntamiento con la misión de comprobar las condiciones de la casa en la que vivía. La mujer le dejó entrar y, con la excusa de pedirle un vaso de agua, registró la vivienda y se apoderó de una caja de caudales en la que la anciana guardaba sus joyas, valoradas en 2.800 euros. La Policía recuperó algunas de ellas (valoradas en 297 euros)en dos tiendas de Orocash, donde Isabel Carbonell admitió que las vendió, aunque no ha reconocido que fue ella quien las sustrajo.
