Un hogar para perros ancianos en Zaragoza

¿Qué ocurre cuando un perro se hace mayor? En muchos casos tienen la suerte de poder acabar sus días en un hogar acompañados de los suyos. Sin embargo, existen casos de animales que se ven abocados al abandono. Precisamente para aportar su granito de arena a la hora de luchar contra esta realidad, en 2016 se creó el proyecto ‘Somos manada’, una organización zaragozana cuyo objetivo es “dignificar el fin de los días de nuestros compañeros animales”.

Este proyecto se divide en dos partes: Humanada y Somocan. “Vivimos con perros mayores y enfermos, es decir, no somos una protectora sino que estamos con ellos casi las 24 horas excepto el tiempo que estamos trabajando”, explica Ruth, fundadora de ‘Somos manada’.

Asegura que los perros de edades avanzadas son una parte muy olvidada de los refugios y protectoras. “En muchos casos suelen ser abandonados por enfermedades derivadas de la edad como la falta de visión o la artrosis y otras por problemas más graves. Es entonces cuando toca corresponder a esa lealtad que nos han dado durante toda la vida, pero no siempre ocurre así”, lamenta.

Muchos de estos perros llegan al hogar de ‘Somos manada’ para despedirse. Sin embargo, aseguran que han tenido más de una sorpresa en este sentido: “Hemos tenido casos de perros que han venido a morir a nuestro hogar y han acabado viviendo hasta dos años”, explican.

Por otro lado, en la parte de ‘Somoscan’, también tratan de ofrecer un espacio a aquellos perros jóvenes con dificultades a la hora de ser rehabilitados para que logren, tras un largo proceso, llegar a un hogar. “Aunque afortunadamente cada vez hay más personas dispuestas a adoptar un perro con miedo, existen casos extremos que requieren de un trabajo especial para lograr que lleguen a formar parte de una familia de nuevo”, afirman.

Además de contar con cuidados personalizados para cada uno de los integrantes de esta manada, un total de 9 perros -7 de ellos ‘abus’, como ellos los denominan- y dos gatos, una vez al mes realizan visitas solidarias a personas mayores con alzhéimer de la mano de la Fundación Rey Ardid. “Todos ellos tienen la capacidad de estar con humanos con enfermedades y transmitirles emoción, afecto, interés y, sobre todo, comprensión”, explica Ruth.

Periódicamente varios miembros de la entidad se desplazan hasta las residencias de Delicias y Juslibol, de la Fundación Rey Ardid, y pasan un rato con personas mayores “en el que afloran diversas emociones a través del cariño y atención que les dedican estos amigos de cuatro patas”, explica fuentes de la fundación. “Se ha comprobado que la terapia con perros contribuye a mejorar el bienestar de las personas mayores con demencias y alzhéimer”, añade.

Esta colaboración entre ambas entidades ha contribuido a poner en marcha una iniciativa muy útil que consigue mitigar, al menos durante los momentos que comparten con los perros, los efectos de estas y otras enfermedades. “Disminuye la ansiedad y el estrés, aumenta la autoestima, mejora el estado de ánimo y responden mejor ante otros estímulos”, explican desde la fundación.

Su experiencia antes de convertir su casa en una residencia para perros ancianos comenzó siendo una casa de acogida al uso. “Así conocimos a Portos, un perro de 11 años que había abandonado un cazador. Vivió unos meses con nosotros y sentimos que hicimos algo maravilloso por él”, rememoran. “Esto no es un refugio, es nuestro hogar”, añade.

Una manada virtual

Una parte muy importante de la actividad de ‘Somos Manada’ se encuentra en las redes sociales donde diariamente relatan el día a día de esta manada y desde donde han podido acercar a todos sus colaboradores las vidas y luchas de estos canes. “Es maravilloso el cariño que les cogen sin conocerlos, solo por la red, y lo pasan francamente mal cuando se van”, explica Ruth.

En la actualidad cuentan con más de 20.000 seguidores solo en Facebook, donde realizan conexiones en directo con la manada y cuentan el desarrollo de cada uno de sus integrantes. “Nuestra vida es esto, no tenemos tiempo libre para más pero tampoco lo necesitamos. Hemos aprendido que cuando te llega la hora no te llevas nada más que lo que has vivido por eso nuestro objetivo es hacer felices a otros”, reflexionan.