Más farolas y menos excrementos para la calle Sagrada Familia

La asociación Olivar-Casablanca-Las Nieves demanda la instalación de alumbrado en un tramo de la vía y una solución para los parterres de la zona, por su tamaño y la cantidad de heces que albergan.

La falta de iluminación y los excrementos de perros son las demandas de los vecinos de la calle Sagrada Familia
Más farolas y menos excrementos para la calle Sagrada Familia
P. S.

La calle Sagrada Familia lleva unos cuantos años registrada en el capítulo de demandas de parte del vecindario del zaragozano barrio de Casablanca y, de nuevo, vuelven a recordar dos de sus principales aspiraciones para la vía. Son dos peticiones bien diferentes, pero para ellos, se materializan en intervenciones igual de necesarias.

La iluminación es uno de los asuntos que les trae de cabeza, tal y como aseguran desde la asociación de vecinos Olivar-Casablanca-Las Nieves, que vuelve a solicitar la instalación de alumbrado público en los números pares del tramo de la vía comprendido entre las calles Gastón de Bearne y Marcelino Álvarez. “No hay alumbrado en el lado derecho de esta zona, donde se encuentra la parroquia de Santa Gema, y únicamente pedimos que se coloquen dos o tres farolas, pues no es demasiado espacio y con ese número sería suficiente”, afirma Ana Anta, presidenta del colectivo vecinal.

La presencia de árboles altos y la anchura de la calle, según comentan, dificultan que las luminarias del lado contrario alumbren lo suficiente, por lo que “la oscuridad es tremenda por la noche, sobre todo en las tardes de invierno”. En esta AVV aseguran que más de uno ya se ha caído en el entorno y a consecuencia de la falta de luz: “Por ejemplo, las personas que salen de misa solo cuentan con la luz residual y tenue que llega de la parroquia”.

Por ser una calle “muy transitada” y una de las principales del barrio, que también sirve de entrada a la urbanización Nuestra Señora de las Nieves, aseguran que llevan aproximadamente una década pidiendo esta intervención a través de la junta de distrito.

Desde hace 13 años, Raquel Lázaro recorre el tramo afectado para ir y volver del trabajo diariamente. “En invierno, salgo a las ocho de la tarde y hago este itinerario todos los días. Es cierto que se ve algo oscuro y que alguna luz más ayudaría a que la gente mayor, especialmente, andase más tranquila, con menos miedo y riesgo de caídas”, comentaba Lázaro el miércoles de camino al trabajo.

Anta lamenta no entender por qué “nunca ha habido iluminación en este espacio” y añade que el pasado mes de marzo, la Unidad de Alumbrado Público dio respuesta a su reivindicación explicándoles que “para mejorar la iluminación en los números pares de dicho tramo de la calle Sagrada Familia sería necesario realizar una nueva instalación de alumbrado público”, si bien en ese momento “no era posible atender su solicitud”. No obstante, el servicio “se tomaba nota de la misma para su estudio y realización de actuaciones de mejora, quedando condicionada su ejecución a la disponibilidad presupuestaria”. “Volveremos a insistir en ello”, aseguran fuentes vecinales.

Excrementos en la calle

A la espera de dar con una solución que palie la problemática de la presencia de excrementos animales en la misma calle se encuentran también en esta asociación de vecinos. “En una zona con numerosas viviendas alrededor, hay dueños que sacan a pasear a los perros cerca de los árboles para que hagan sus necesidades y, muchas veces, ahí se quedan las heces”, cuentan. Una situación que se ve agravada, dicen, por el tamaño y la extensión de los parterres.

“En una parte de la calle ya se cubrieron algunos para evitar caídas”, recuerda Ana Anta, quien incide en la necesidad de actuar también en el resto a raíz de la presencia habitual de excrementos caninos. Su propuesta consiste en que los parterres se cubran parcialmente con cemento o con baldosas, adecuando el sistema de riego y reservándole su espacio a los árboles, “a ver si así, al menos, se puede conseguir disuadir a los dueños que no recogen los desechos”.

A ellos les piden más civismo y responsabilidad para evitar “algo tan desagradable” y que les preocupa por salubridad e imagen. “Algunas zonas dan asco”, insiste Anta, que cita también otros puntos del barrio como la plaza Nuestra Señora de Las Nieves o la calle Brazato.

Para Beatriz Navarro, vecina de Casablanca, “el de las heces es un problema, no solo de la calle Sagrada Familia, sino de todo el barrio”, aseguraba esta semana. En su opinión, tapar estos parterres podría servir para evitar tales conductas: “Quizá en el asfalto dé un poco más de apuro dejar los excrementos; ahora en la tierra parece que se ve menos y aunque muchos las recogen, otros tantos no lo hacen”, sentenciaba.

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