Ruta por Cosuenda, el jardín secreto

La riqueza botánica y paisajística de esta localidad zaragozana del Campo de Cariñena se recoge en el libro ‘Cosuenda. Caminando con sus plantas’ que se acaba de publica. Esta ruta al pico de Valdemadera es una de las que se pueden recorrer.

Portada del libro 'Cosuenda. Caminando con sus plantas'.
Portada del libro 'Cosuenda. Caminando con sus plantas'.
E. V.

El pico de Valdemadera es el punto más alto de la sierra de Algairén. Desde sus 1.273 m de altitud lidera el ranquin de montañas de esta sierra, pero no es por esto solo por lo que merece subir a su cumbre, sino porque desde ella se tiene una visión de las dos vertientes de la sierra. Por un lado, el valle del Grío, con sus poblaciones de Codos, Tobed y Santa Cruz de Grío, y las sierras de Vicor, del Espigar, de Santa Cruz y de la Modorra. Por el otro lado los llanos de Alfamén y el campo de Cariñena, las sierras del Peco y de la Virgen de Herrera y las poblaciones de Alfamén, Cosuenda, Aguarón, Longares y Cariñena. En el recorrido, de unas 2 h 30 min y 545 m de desnivel, pasaremos por impresionantes robledales y una amplia variedad de flores y plantas. Esta ruta es uno de los siete recorridos que aparecen en el libro ‘Cosuenda natural. Caminando con sus plantas’, de Roberto del Val y Eduardo Viñuales, que acaba de editar la Institución Fernando el Católico.

La ruta propuesta para subir al Valdemadera parte desde el término municipal de Cosuenda, en la zona recreativa del Raso de la Cruz, a la que se puede llegar a pie desde el casco urbano o bien en coche. Desde allí se toma la pista hacia el paraje del Santo de Aguarón, que aparece indicada en el cartel de Senderos Tierras del Campo de Cariñena que hay a la entrada. Llegados allí, basta seguir la ruta del sendero PR-Z-43 que transcurre por el barranco de Valdecerezo. En estos primeros tramos el camino aparecerá rodeado de una explosión floral de jaras, cantuesos, madreselvas o jaboneras, junto al singular androsemo, una especie que solo se conoce aquí y en Ordesa.

El canto de los pájaros

La ruta continúa pasando junto a la peña de la Hiedra y más adelante llega al barranco de Val de Laqué cuyo ambiente húmedo hace prosperar a fresnos, arces, majuelos, espino albar y al poco frecuente pinar de monte o arganón. Nos acompaña el canto del pinzones, reyezuelos y mirlos escondidos entre la vegetación.

Tras pasar la zona de los Hortales de Valdecerezo, y sin dejar nunca el PR-Z 43, se llega al frondoso bosque de la sierra de Algairén. Una umbría masa boscosa de robles y encinas, con helechos cubriendo las rocas, que crean un entorno mágico. Como se dice en el libro: «La fuerza de la vegetación transmite un pálpito de hondura, de acogida al caminante». Subiendo en zigzag se pasa del bosque de robles al de encinas, a cuyo fin encontraremos una bifurcación; tomar el ramal de la izquierda, que lleva hasta el collado de Valdecerezo. Dejando atrás la antigua fuente seguiremos adelante hasta ver el cartel del GR-90.3.

El recorrido se empina de camino al collado de Valdemadera, pero nos debe animar porque es ya el último tramo hasta la cumbre. A esta altitud podremos tener la suerte de ver la ‘Centaurea pinnata’, pequeña joya botánica cuya exclusividad, pues está declarada en ‘peligro de extinción’, es la que hace que esta zona se encuentre protegida por dos LIC (Lugares de Importancia Comunitaria). El tapiz vegetal se engalana todavía más con narcisos, orquídeas, uñas de gato, tulipanes...

Con este último empujón llegamos a la cumbre de Valdemadera (1.273 m), vértice geodésico de la sierra de Algairén. Desde esta formidable atalaya se disfruta de una espectaculares vistas sobre el Campo de Cariñena y las sierras de Peco, Virgen de Herrera, Vicor, Espigar y Modorra. En la otra vertiente, el valle del Grío.

Para el regreso, los autores recomiendan volver al collado de Valdemadera, siguiendo ahora el desvío al collado de la Nevera que desechamos en la subida, desde donde arranca a la derecha otra senda de bajada, que desciende de nuevo por el barranco de Valdecerezo al Raso de la Cruz.

Portada del libro Cosuenda. Caminando con sus plantas.

El libro ‘Cosuenda. Caminando con sus plantas’, de los naturalistas Roberto del Val y Eduardo Viñuales (edit. Institución Fernando el Católico), realiza un recorrido por la riqueza natural y patrimonial de esta localidad del Campo de Cariñena. Entre sus valores naturales destaca la sierra de Algairén, cuyos montes suponen las primeras estribaciones del sistema ibérico en la provincia de Zaragoza. Una bien señalizada red de senderos permite recorrer estos espacios singulares que han podido mantener todos sus valores ambientales al haber escapado a la intervención del hombre.

Cuenta con un zona de especial protección de aves (ZEPA) y dos LIC (Lugares de Interés Comunitario) gracias a su riqueza botánica, de la que se ofrece abundante información documental y gráfica en esta obra. Para conocer bien esa biodiversidad vegetal, se recomienda visitar el centro de interpretación Plantaria (plaza de España, 1), en el que, junto a un audiovisual y una maqueta del término municipal, podremos ver en su extensísima colección las flores y plantas que luego podremos observar en la naturaleza.

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