Un estudio en tres provincias localiza siete olivos milenarios en Valderrobres

La Mancomunidad Taula del Sènia elabora un catálogo de estos árboles
para protegerlos
y rentabilizarlos

La vinculación secular de Valderrobres con la oleicultura ha quedado patente con la reciente localización de siete olivos milenarios en el municipio. La Mancomunidad Taula del Sènia, un organismo que aglutina a 24 poblaciones de Tarragona, Castellón y Teruel, identificó los siete ejemplares con la colaboración de los vecinos, y confía en que puedan aparecer más.

Los olivos milenarios de Valderrobres se incorporarán a los planes de la mancomunidad para proteger este patrimonio histórico y natural, además de rentabilizarlo como atractivo turístico. Entre otros proyectos, esta entidad supra regional ha elaborado un catálogo que incluye 4.761 olivos con mas de mil años de existencia, acondicionó las áreas de mayores concentraciones para hacerlas visitables y promueve la elaboración de aceite a partir de las olivas de estos árboles monumentales.

El primer catálogo de olivos milenarios de la Mancomunidad de la Taula del Sènia, elaborado en 2010, solo incluyó tres árboles de Teruel, los tres en Peñarroya de Tastavins. No apareció ninguno en Valderrobres ni en Beceite, las otras dos poblaciones turolenses mancomunadas.

Los ejemplares ahora identificados se localizan en dos fincas situadas al norte y al sudeste del casco urbano de Valderrobres. Uno de los olivos descubiertos presenta, además, un tamaño excepcional con un perímetro de tronco de 7 metros a 1,3 metros de altura del suelo –se consideran milenarios a partir de 3,5 metros de circunferencia–.

La gerente de La Taula del Sènia, María Teresa Adell, está convencida de que aparecerán más ejemplares milenarios. Adell explicó que, conocedora de la tradición olivicultora de la localidad, invitó al alcalde de Valderrobres, Carlos Boné, y a la empresa aceitera ‘Torre Gachero’ a hacer «correr la voz» de que la Mancomunidad está interesada en localizar olivos con más de mil años de vida. La respuesta ha sido positiva y varios propietarios han comunicado la posible presencia de estos árboles singulares en sus tierras.

Cinco de los olivos están todavía en cultivo, mientras que los otros dos –uno de ellos el más monumental de la localidad– están en una parcela yerma. El grupo más accesible está localizado en un punto cercano al enlace de la carretera Valderrobres-Beceite con la Valderrobres-Tortosa.

El catálogo inicial de la Taula del Sènia reunía 4.157 olivos milenarios, una cifra que se ha elevado con las incorporaciones posteriores a 4.761. Todos superan el diámetro de 3 metros en el tronco a 1,3 metros del suelo. El inventario incluye las medidas de cada árbol, la localización mediante GPS y fotografías.

Solo diez ejemplares están situados en Teruel –tres en Peñarroya y siete en Valderrobres–. Las principales concentraciones se dan en Ulldecona (Tarragona), con 1.237 árboles, y en Canet lo Roig (Castellón), con 1.118. Las fuertes heladas registradas en febrero de 1956 diezmaron la población de olivos en Valderrobres y Peñarroya, lo que reduce mucho las posibilidades de que subsistan ejemplares milenarios. Los ejemplares que han sido catalogados hasta el momento fueron plantados, como pronto, durante la dominación musulmana.

Los ayuntamientos estudian la posibilidad de acondicionar los núcleos donde se han localizado olivos milenarios para que puedan ser visitados. El futuro de estos «monumentos vivos», que también han aparecido en otras comarcas de Aragón, fue analizado en una reunión celebrada el pasado viernes en Zaragoza entre representantes de la Mancomunidad Taula del Sènia, la Comarca del Matarraña y responsables de las consejerías de Agricultura y Educación.