Cuatro olivos milenarios, salvados del hacha en Tarragona y trasplantados a Valderrobres

Los monumentales ejemplares han arraigado en su nuevo emplazamiento, junto a una masía reconvertida en hotel.

Cuatro olivos milenarios, salvados del hacha en Tarragona y trasplantados a Valderrobres
Cuatro olivos milenarios, salvados del hacha en Tarragona y trasplantados a Valderrobres
J. G

Cuatro olivos milenarios que iban a convertirse en leña para el invierno han sido trasplantados exitosamente a una finca de Valderrobres, el mas de Macaco, para convertirse en elementos decorativos de un proyecto turístico. Los cuatro árboles llegaron de una finca de Tarragona el pasado verano, cuando sus propietarios se disponían a talarlos, y ya han arraigado en su nuevo emplazamiento.


Las monumentales oliveras, con los primeros brotes crecidos en su nuevo emplazamiento, se incorporan al catálogo de olivos milenarios que se ha convertido en el principal reclamo promocional de la mancomunidad Taula del Senia, una institución que aglutina 24 municipios del entorno de los puertos de Beceite, tres de ellos en Teruel; Beceite, Valderrobres y Peñarroya de Tastavins.


El empresario que trasplantó los árboles en Valderrobres, Jorge García, explicó que para realizar el transporte desde Tarragona tuvo que fletar un vehículo especial, porque el peso de los seis árboles a transportar –cuatro milenarios y dos por debajo de esta antigüedad– oscilaba entre 6.000 y 9.800 kilos. Para cargarlos y descargarlos precisó de una grúa y el desplazamiento se efectuó en una góndola, que hizo tres viajes para completar el traslado.


A pesar de que el trasplante de árboles viejos es más complicado que el de los plantones jóvenes, los seis olivos llegados de Tarragona han prendido correctamente, aunque ha hecho falta "barra libre" de riego y abono, como apuntó su actual propietario. Garcia, que proyecta abrir un hotel rural en la antigua masía de Macaco, considera que estos árboles incorporan un atractivo a la finca. El empresario apuntó, orgulloso, que los dos olivos que no alcanzan la catalogación de milenarios se quedan a solo 30 centímetros del perímetro mínimo exigido para alcanzar esta consideración.


Los olivos milenarios procedentes de Tarragona miden 5,5 metros de perímetro –tomado a 1,3 metros del suelo–, cinco de altura y 15 metros de circunferencia de copa. Para facilitar el transporte y la replantación, fueron sometidos a una poda drástica que eliminó todo el ramaje. Pertenecen a la variedad farga, propia del territorio de la Taula del Senia.


La gerente de la Taula del Senia, María Teresa Adell, explicó que los árboles trasplantados a Valderrobres entran por la puerta grande en el catálogo de olivos milenarios porque son los más grandes de entre los localizados en la provincia de Teruel: dos en Peñarroya de Tastavins y otros siete en una finca de Valderrobres.


El listado de oliveras milenarias de la Taula del Senia ronda los cinco mil ejemplares, la gran mayoría de ellos en las tierras bajas de Tarragona y Castellón. Para confirmar si un olivo tiene más de mil años de vida debe medir más de 3 metros de perímetro de tronco a 1,3 metros del suelo. La catalogación supone la localización del ejemplar mediante GPS, la toma de fotografías y la confección de una ficha que precisa sus características y las de su emplazamiento.


El catálogo de olivos milenarios de la Taula del Senia recibió en 2014 el Premio Europa Nostra, un organismo dependiente de la Unesco, por su condición de paisaje histórico bien conservado. Para comprobar que los ejemplares trasplantados a Valderrobres cumplían las exigencias de catalogación, una delegación de la mancomunidad interprovincial se desplazó hasta la finca donde han sido reubicados.


También empeltre


Los olivos extraídos en Tarragona no son los únicos con más de mil años plantados en el mas de Macaco, que desde hace tres años cuenta con un ejemplar milenario de la variedad empeltre procedente de La Fresneda. Jorge García explicó que lo salvó cuando iba ser talado como consecuencia de unas obras en una carretera.


Por otro lado, la DGA invitó a las denominaciones de origen del aceite de oliva aragonesas –Bajo Aragón y Sierra del Moncayo– a elaborar sus propios catálogos de olivos milenarios, una medida que protegería y revalorizaría este patrimonio natural. Desde la denominación de origen bajoaragonesa reconocieron que este proyecto está "en mente" del Consejo Regulador, aunque no se ha avanzado en su materialización.