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Más de mil tambores y bombos revolucionan Urrea de Gaén y hacen vibrar de emoción al público

La actriz Luisa Gavasa ha sido este sábado pregonera de un acto que ha reunido a cofradías de nueve pueblos del Bajo Aragón Histórico

Representantes de uno de los nueve pueblos, tocando el tambor. Al fondo, a la derecha, Luisa Gavasa, junto a las autoridades
Representantes de uno de los nueve pueblos, tocando el tambor. Al fondo, a la derecha, Luisa Gavasa, junto a las autoridades
Violeta Pellicer

La localidad de Urrea de Gaén, con apenas 500 vecinos, se ha hecho grande este sábado al convertirse en la sede de las Jornadas de Convivencia de los nueve pueblos del Bajo Aragón Histórico que integran la Ruta del Tambor y el Bombo, una asociación pionera en poner en valor la Semana Santa como atractivo turístico.

Más de mil tambores y bombos de Albalate del Arzobispo, Alcañiz, Andorra, Calanda, Híjar, La Puebla de Híjar, Samper de Calanda, Alcorisa y la propia Urrea de Gaén se han dado cita en este último municipio revolucionando la tranquilidad que reina habitualmente y haciendo vibrar de emoción al público con exhibiciones de los toques instrumentales de cada agrupación. El buen tiempo ha animado la participación en una celebración que continúa este domingo.

La actriz aragonesa Luisa Gavasa ha ejercido de pregonera. Con lágrimas de sentimiento en los ojos, ha dicho que dedicaba sus palabras "al tambor como nexo de unión, más allá de un instrumento musical; el tambor, latido de la historia, en la guerra y en la paz". Gavasa se ha emocionado al poder vestir la túnica de Urrea de Gaén y arrancar unos redobles al tambor. "Su sonido me ha acompañado desde la infancia y me impresiona sin saber por qué", ha confesado.

Representantes de los nueve pueblos de la Ruta, posan juntos en un rincón de Urrea de Gaén.
Representantes de los nueve pueblos de la Ruta, posan juntos en un rincón de Urrea de Gaén.
Violeta Pellicer

Las Jornadas de Convivencia de la Ruta del Tambor y el Bombo cumplen así 47 ediciones en la localidad más pequeña de las nueve. Urrea de Gaén se ha transformado en una fiesta preludio de la Semana Santa en la que los asistentes han estrechado lazos y compartido su tradición más preciada en estas fechas, tocar el tambor y el bombo.

Manuel Blasco, divulgador de la Ruta

En un acto oficial, el consejero de Medio Ambiente, Manuel Blasco, ha recibido una insignia como divulgador de la Ruta, comprometiéndose por ello "a pregonar a los cuatro vientos la excelencia de esta fiesta, calificada como de Interés Turístico Internacional". Blasco no ha ocultado que la distinción le llenaba al mismo tiempo de "orgullo y responsabilidad".

El presidente de la Ruta del Tambor y el Bombo, Fernando Galve, ha agradecido al pueblo de Urrea de Gaén "que se haya volcado y haya realizado un gran esfuerzo para preparar estas jornadas". "Sé que lo ha hecho –añadió Galve– con mucho trabajo, pero también con mucho cariño".

La celebración ha dejado claro que la tradición de tocar el tambor y el bombo en el Bajo Aragón tiene relevo generacional. Cerca de 400 tamborileros eran niños procedentes de las escuelas de tambor de los 9 pueblos de la Ruta. Todos ellos han demostrado su estilo y han podido conocer las túnicas y toques del resto de los participantes.

La alcaldesa, Silvia Blasco, ha expresado su alegría por el buen desarrollo de la jornada. Ha recordado que en años anteriores la lluvia y la nieve deslucieron la fiesta, "pero esta vez –ha dicho– tenemos unas jornadas como nos las merecemos".

El consejero de Turismo, Manuel Blasco, firma en el Libro de Honor en Urrea de Gaén.
El consejero de Turismo, Manuel Blasco, firma en el Libro de Honor en Urrea de Gaén.
Violeta Pellicer

Los toques de los nueve pueblos han sonado juntos en el acto del Pregón, en un tema único compuesto por fragmentos de todos ellos e interpretado por dos representantes de cada municipio. Allí se han entregado los premios Tambor Noble y Redoble, que este año han recaído en el Grupo de Alabarderos de Urrea de Gaén y en el Centro de Estudios del Bajo Martín, respectivamente. 

En la calle, el lenguaje común han sido los toques de tambor y bombo. Algunos instrumentos llevaban complementos para sujetar el vaso de la bebida. Como curiosidad, un tamborilero descendiente de Urrea de Gaén se ha fabricado su propio tambor a partir de una paellera. 

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