La elección de un nombre para el futuro hospital de Teruel, que entrará en servicio a finales de 2025, ha abierto un debate entre la sociedad turolense. Frente a la opinión del consejero de Sanidad del Gobierno aragonés, José Luis Bancalero, que el pasado 7 de marzo, en una visita a las obras, defendió que el centro conserve la denominación del actual hospital Obispo Polanco, algunos colectivos proponen que el edificio esté dedicado a los médicos Joaquín Sanz Gadea o Jerónimo Soriano o bien pase a llamarse Hospital General de Teruel.

La Federación de Asociaciones Vecinales de la ciudad es partidaria de que el nuevo hospital lleve el nombre de Joaquín Sanz Gadea, el médico turolense fallecido en 2019 que desarrolló su carrera durante cuatro décadas a partir de 1961 en la República Democrática del Congo, donde fundó tres centros asistenciales y llevó a cabo cientos de intervenciones quirúrgicas en las más difíciles condiciones. Fue candidato en tres ocasiones al Premio Nobel de la Paz y obtuvo en 1998 el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.

"La calidad humana y profesional de Sanz Gadea hacen que la figura de este médico universal que tantas vidas salvó en África merezca ser reconocida bautizando al nuevo hospital con su nombre", sostiene el presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales de Teruel, Pepe Polo. La entidad viene apoyando un ciclo de conferencias en Teruel a cargo de familiares de Sanz Gadea que tiene por objetivo difundir la vida y los méritos de este facultativo.

El Colegio de Médicos no se pronuncia

El presidente del Colegio de Médicos de Teruel, Jesús Martínez Burgui, afirmó este jueves que este organismo "no se pronuncia" debido a que entre sus colegiados hay distintos pareceres. Mientras algunos consideran, al igual que los vecinos, que el nombre más adecuado sería el de Sanz Gadea, otros apuestan por que el nuevo centro sanitario mantenga la denominación Obispo Polanco y otros que pase a llamarse Hospital General de Teruel.

Hay, además, un colectivo de médicos que defiende que el turolense ilustre que debería dar nombre al edificio sanitario es Jerónimo Soriano, un galeno nacido en 1560 que ha pasado a la historia como el precursor de la pediatría moderna, al escribir el primer tratado de pediatría en lengua española y fundar en Teruel el primer hospital del país especializado en la asistencia a los niños.

"Al Colegio de Médicos de Teruel le gustan los cuatro nombres que se están poniendo encima de la mesa; nos parecerá muy bien aquel que finalmente resulte elegido", subrayó Jesús Martínez Burgui.

La presidenta del Colegio de Enfermería de Teruel, Concha Gómez, se mostró de acuerdo con que el nuevo hospital lleve el nombre de Joaquín Sanz Gadea, pero remarcó que se trata de una "opinión personal". Recordó que la organización colegial ha enviado una carta al Ayuntamiento solicitando que las calles que lleven al futuro centro sanitario que se levanta en El Planizar –a 4 kilómetros del casco urbano– lleven el nombre de enfermeras. "Estamos al cuidado constante de niños y mayores, siempre al lado del paciente", argumentó.

"Hay controversia"

El grupo municipal de Teruel Existe en el Ayuntamiento de Teruel 

–cinco concejales de un total de 21– ha anunciado que llevará al Pleno la petición de que se abra un proceso participativo con la ciudadanía para elegir el nombre del hospital. Su portavoz, Enrique Marín, explica que el partido recoge así el testigo de la "controversia" surgida en la ciudad tras el anuncio de Bancalero de mantener el nombre Obispo Polanco. La formación política propone, no obstante, las denominaciones Sanz Gadea o Jernónimo Soriano.

Espacio Municipalista por Teruel, que en las últimas elecciones perdió el concejal que tenía, ha comunicado a la Dirección General de Memoria Democrática la intención de la DGA de llamar Obispo Polanco al nuevo hospital y solicita que lo evite. "El nuevo edificio no puede llevar el nombre de un personaje que hizo apología del alzamiento militar de 1936 y colaboró en la represión política de los sublevados", señala.