La Concordia de Alcañiz, un museo vivo para escenificar en la calle el Aragón medieval

La capital bajoaragonesa da inicio a diez intensos días en repletos de representaciones históricas.

La Concordia de Alcañiz en su edición del año pasado
La Concordia de Alcañiz en su edición del año pasado
HA

La ciudad de Alcañiz se sumerge a partir de este fin de semana en las actividades vinculadas a la representación de la Concordia, el largo proceso parlamentario, también de conflicto y correlación de fuerzas políticas y sociales que preparó el Compromiso de Caspe, en el que se decidió la sucesión de Martín el Humano y el reinado de los Trastámara en la Corona de Aragón. Fue un periodo histórico apasionante, pionero del parlamentarismo a nivel europeo como fórmula de resolución de conflictos y ahora es un atractivo turístico más en la ciudad.

La capital bajoaragonesa da inicio a diez intensos días en los que su Casco Histórico, sus principales escenarios y sobre todo su plaza de España se convierten en museos vivos repletos de representaciones, escenificaciones a pie de calle en las que tomarán parte más de 150 actores provenientes de todo Aragón, de Cataluña, Valencia y La Rioja, y por supuesto de la propia ciudad. “Queremos mostrar cómo eran los aragoneses de hace seis siglos”, explica el coordinador de las actividades, el historiador Darío Español.

Y, a este respecto, resume. “No eran muy diferentes a nosotros”. Es lo que se verá en las recreaciones, fundamentalmente el museo vivo del fin de semana del 24 y 25 de febrero. La plaza de España y la glorieta frente al Guadalope retroceden al siglo XV, y diversos escenarios mostrarán a todo el público cómo se vestían los aragoneses de la época, cómo se preparaban para la batalla o para la labor. Qué comían, cuando podían. Y, en particular, “con atención especial a la vida de la mujer en los años de la Concordia”, precisa Darío Español; una de las representaciones matutinas del sábado 24 se titula, de hecho, ‘Parir y mandar en la Edad Media’.

La Concordia de Alcañiz es, sobre todo, un pronunciamiento de los intereses y las reivindicaciones de las clases sociales de la época: eclesiásticos, nobles y guerreros, la incipiente burguesía. Sin voz, claro, el pueblo llano. Eso sí, con presencia, y a ella se dirige otra de las representaciones del sábado en la plaza, por la tarde, que recoge de manera fidedigna la vestimenta de las clases populares y, sobre todo, de las minorías, la convivencia entre las culturas cristiana, judía y morisca en esas décadas previas a la unificación entre Aragón y Castilla.

“Hemos pensado en un escenario vivo e interactivo”, señala el coordinador de la Concordia de Alcañiz, “en el que los visitantes y los vecinos de la ciudad podrán interactuar con los participantes en las representaciones, tocar los vestidos, incluso practicar con las herramientas y los instrumentos de la época”. También armas, escudos y armaduras, las que podrán verse en la recreación de un torneo medieval que ocupará la ribera del Guadalope frente a la muralla el domingo, 25 de febrero. “Seguiremos potenciando esta conmemoración”, asegura el alcalde de Alcañiz, Miguel Ángel Estevan, desde un punto de vista cultural, turístico, y de “alegría y celebración”.

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