La torre de la Bombardera, uno de los principales elementos monumentales de las murallas de Teruel, no puede visitarse desde el pasado mes de octubre debido a una plaga de hongos que ataca la madera de la pasarela de acceso y que ha obligado a su cierre por el peligro de que se derrumbe. La suspensión de las visitas al emblemático torreón se produce solo tres años después de su apertura al público.

La interrupción de las visitas afecta al tramo comprendido entre el torreón del Agua –que enlaza con el acueducto de Los Arcos– y la Bombardera, aunque el resto del recorrido por las murallas sigue abierto con normalidad. Los visitantes se tropiezan al llegar a la puerta que enlaza con el tramo de la muralla carlista con una verja que impide el paso y un cartel con la advertencia: "Cerrado temporalmente por reparaciones".

El primer teniente de alcalde y concejal delegado de Infraestructuras, Juan Carlos Cruzado, explica que el hongo detectado afecta a los soportes de la pasarela que comunica el torreón del Agua con la Bombardera. La empresa encargada de la gestión turística de este recurso patrimonial alertó del deterioro de los apoyos de las tablas y avisó al Ayuntamiento, que tras una inspección de sus servicios técnicos decidió clausurar las visitas como medida de precaución.

El Ayuntamiento ha encargado estudios de la madera afectada para su reposición. Juan Carlos Cruzado señaló que el Consistorio ha solicitado un informe al director de las obras de restauración y acondicionamiento turístico de las murallas para determinar la responsabilidad de los destrozos y analizar también si la reparación entra en el periodo de garantía de las obras.

Cruzado señala que la madera utilizada en la estructura de la pasarela se sometió a tratamientos de prevención de plagas, como hongos y termitas, aunque por razones que habrá que determinar el procesamiento preventivo no ha sido eficaz. El teniente de alcalde explica que el problema podría proceder de la madera utilizada en la construcción de los soportes, del proceso de instalación o responder a una contaminación en el lugar de colocación.

Juan Carlos Cruzado no se aventura a decir cuándo podría estar reparado el destrozo para reanudar las visitas turísticas. Señala que el ataque de los hongos ha reducido el diámetro de los maderos en los que se sustenta la pasarela hasta el punto de poner en peligro su estabilidad. El tramo situado entre el torreón del Agua y la torre Bombardera, de unos 50 metros, corresponde al sector de muralla reconstruido durante las guerras carlistas. La restauración tuvo un coste de 242.333 euros, que fueron financiados con cargo al 1,5% Cultural del Ministerio de Fomento.

El conjunto formado por la torre, levantada entre los siglos XIV y XV, y la muralla del periodo carlista forman parte el último tramo de la muralla de Teruel abierto al público, lo que permitió que muchos turolenses subieran por primera vez en 2020 a la terraza que remata el baluarte.