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Localizada en Valbona (Teruel) la tumba del escultor que fue acusado de falsificar la Dama de Elche

Una catalogación de las lápidas funerarias de la provincia detecta el sepulcro de Francisco Pallàs, señalado como verdadero autor de la icónica pieza

La tumba de Pallàs en Valbona, con una singular lápida hecha en cerámica valenciana.
La tumba de Pallàs en Valbona, con una singular lápida hecha en cerámica valenciana.
Heraldo

La labor de catalogación de lápidas y monumentos funerarios de la provincia de Teruel que lleva a cabo el Círculo de la Libertad ha localizado en Valbona la tumba de un prestigioso escultor y marfilista valenciano, Francisco Pallàs, que fue acusado de ser el autor de la Dama de Elche, la escultura más icónica de la Antigüedad en España. Pallàs, que desarrolló una extensa labor como tallista en marfil entre finales del siglo XIX y principios del XX en Valencia, tenía una segunda residencia en la localidad turolense, donde veraneaba y donde preparaba bocetos para sus creaciones. En una de estas estancias, el 26 de agosto de 1926, falleció y fue enterrado en el cementerio local, donde el Círculo de la Libertad localizó su sepultura, rematada con una magnífica lápida de cerámica levantina.

La productiva carrera de Francisco Pallás incluyó una afamada obra de creación propia, la elaboración de copias de esculturas de otros artistas así como encargos para conmemorar episodios históricos de su época, como la medalla acuñada en recuerdo de la visita del astrónomo Camilo Flammarion en 1900 a Elche (Alicante) para observar un eclipse solar o las monedas de bronce que el Partido Liberal dedicó a su líder Práxedes Mateo Sagasta tras su fallecimiento.

Sin embargo, la figura del marfilista permaneció en la sombra hasta que un investigador estadounidense, John Francis Moffitt, afirmó en 1997, retomando las dudas que habían surgido anteriormente, que la Dama de Elche, la archifamosa escultura íbera del siglo V antes de Cristo, es, en realidad, una cuidada obra de Francisco Pallàs, que habría esculpido la pieza para el terrateniente que la descubrió en 1897.

La Dama de Elche, una pieza de arte ibérico del siglo V antes de Cristo.
La Dama de Elche, una pieza de arte ibérico del siglo V antes de Cristo.
Heraldo

La producción por Francisco Pallàs de imitaciones de obras antiguas para distintos marchantes puede ser una de la causas de la atribución de la falsificación, unida a la habilidad artística del valenciano. Sin embargo, la participación del marfilista enterrado en Valbona en el supuesto engaño fue rebatida y, hasta su propia biznieta Rosario Pallàs, periodista, publicó un reportaje en la revista Historia 16 para desmentir la atrevida versión de Moffitt. Ratificó la autenticidad, confirmada por análisis químicos, de la escultura más emblemática del periodo ibérico.

Sin un rasguño

La tesis del hispanista norteamericano estaba, no obstante, bien ‘armada’ y sigue generando debates todavía hoy. Cuestionaba la forma en que la Dama de Elche fue localizada –sin un rasguño a pesar de aparecer en un campo de labor– y la inexistencia de referentes contemporáneos de retratos humanos en busto, entre otras cuestiones que reflejó en su libro "El caso de la Dama de Elche. Crónica de una leyenda". Y atribuyó la autoría a Francisco Pallás, envuelto en otros casos de falsificación de antigüedades.

La sombra de la falsificación perseguía al marfilista, que, según uno de sus biógrafos, fue autor de numerosas obras sin firma que vendió a intermediarios de arte que las hicieron "pasar por antigüedades". El propio autor reconocía que una parte significativa de su negocio era la producción de imitaciones. Algunos de estos marchantes se desplazaron a Valbona para hacer sus encargos al marfilista.

Pero su obra autógrafa, más allá de las polémicas, está presente en colecciones privadas y en museos españoles y de ciudades extranjeras, como San Petersburgo (Rusia), Milán (Italia), Londres (Reino Unido) y París (Francia).

La encargada del Círculo de la Libertad de investigar las biografías de los personajes que aparecen enterrados en cementerios en la provincia, Patricia Álvarez, reconoce que no sabía "nada del personaje" hasta que inventarió su tumba en Valbona. "Nos gustó mucho la lápida, porque es única por su estética y calidad y decidimos investigar la vida de la persona a la que estaba destinada", relata Álvarez. Su sorpresa fue mayúscula al confirmar la fructífera carrera de tallista de Pallás así como su rocambolesca vinculación con la supuesta falsificación de la Dama de Elche.

Desconocida en la localidad

La presencia de la tumba del polémico artista en el cementerio local tampoco era conocida en Valbona antes del hallazgo del Círculo de la Libertad. La auxiliar administrativa del Ayuntamiento, Alicia Ramo, natural de la localidad, reconoce que nunca había oído hablar de Fancisco Pallàs hasta que, tras la localización de su tumba durante la catalogación de las lápidas, un familiar de Pallàs contactó con ella para interesarse por el mantenimiento del enterramiento. 

La lápida dedicada al marfilista, inspirada en motivos mitológicos, es "una magnífica cerámica de reflejo metálico de La Ceramo –empresa en la que trabajó el fallecido–, probablemente obra del famoso escultor Antonio Yerro Felyter", explica el Círculo de la Libertad. El epitafio lo dejó escrito por el artista que yace allí enterrado: "¡Caminante! Una oración te ruega en caridad, Francisco Pallás Puig".

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