Cella celebra con un guiso de 3.500 raciones el final de una complicada campaña de la patata

Cella ha vivido este domingo el día grande de su Feria de la Patata cocinando al aire libre un guiso de 3.500 raciones que ha tenido a este producto, si bien combinado con carne de toro y caracoles, como ingrediente protagonista. La celebración, en la que han participado todos los vecinos, ha puesto fin a una campaña marcada por la sequía que ha obligado a los agricultores a sembrar el tubérculo solamente en aquellas parcelas que disponen de un pozo subterráneo del que poder extraer agua para regar.

Más de 200 voluntarios han colaborado a la hora de pelar y trocear los 1.500 kilos de patatas necesarios para el guiso. A ellos se han añadido 450 kilos de carne de toro y 165 kilos de caracoles. Bajo la dirección de Victoria Rubio, la gigantesca caldereta ha estado lista a la hora prevista, sobre las dos y media de la tarde, y vecinos y visitantes han disfrutado de esta comida popular en el parque que rodea la Fuente de Cella, uno de los pozos artesianos más amplios y profundos de Europa.

“Ponemos mucha ilusión”

“Todo esto es mucho trabajo, pero con la ilusión que le ponemos, no se nos hace nada pesado”, ha explicado Amparo Ibáñez, coordinadora del equipo de voluntarios y presidenta de la Asociación Aula Cella Cultural, que fue artífice en 2000 de un plato de 2.040 kilos de patatas bravas con el que el municipio obtuvo un Récord Guinness.

Antonio García/Bykofoto

Los colaboradores trabajan en cadena para agilizar la preparación del guiso. “Es un verdadero espectáculo verlos pelar y cortar las patatas”, destaca Ibáñez, quien, para demostrar la rapidez con la que obran, recuerda que las 650 tortillas de patata que se sirvieron este  sábado fueron preparadas en menos de tres horas. “Sin la gente del pueblo esta fiesta no sería posible; es increíble cómo se vuelca todo el mundo”, señala.

Pero la famosa Fuente de Cella ha pasado este año uno de sus peores veranos. El gigantesco manantial ha acusado la falta de lluvias, quedando prácticamente seco y sin capacidad para regar más allá de media hectárea, cuando habitualmente abastece a toda la huerta del municipio.

Antonio García/Bykofoto

Así lo explica el presidente de la Cooperativa Agrícola de Cella, Fernando Sanz, quien señala que los vecinos se han visto obligados a limitar la siembra de patatas, el cultivo más tradicional de la localidad, a terrenos con pozos de los que poder bombear agua y distribuirla por el sistema de aspersión.

Pese a ello, los agricultores han obtenido 300 toneladas de patatas, una cosecha similar a la de otros años y de una calidad “extraordinaria”, puntualiza Sanz. La patata de Cella se caracteriza por su durabilidad –no se estropea en varios meses– su versatilidad, al poder cocerse o freírse, y su intenso sabor. De hecho, toda la producción se vende en apenas dos meses y directamente al consumidor, sin necesidad de intermediarios.

El alcalde accidental de Cella, Enrique Herrero, ha resaltado el “éxito” de la Feria de la Patata, aunque ha afirmado que en la mente de todos ha estado el recuerdo del anterior regidor, Santiago Gómez, fallecido el pasado 8 de septiembre.