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Retirar los escombros de la casa que se hundió en Teruel costará más de un millón de euros
Los dueños de los pisos, a los que el Ayuntamiento podría repercutir el gasto, preocupados por el alto importe de los trabajos
Retirar la montaña de diez metros de alto y 6.400 toneladas de cascotes en que quedó convertido el edificio de cinco plantas con 21 viviendas que se hundió el pasado 13 de junio en la calle San Francisco de la capital turolense costará más de un millón de euros. Así lo anunció este lunes la alcaldesa de la ciudad, Emma Buj, quien aclaró que, aunque el proyecto de desescombro, firmado por la empresa Intemac, aún no ha sido presupuestado, la ejecución del mismo requerirá, "seguro", de dicha cantidad, calificada por la propia regidora como "muy elevada".
La cuantía barajada por la alcaldesa desató el temor y la preocupación entre los dueños de los 21 pisos, muchos de los cuales vivían allí y se han quedado sin hogar, sin coche y sin ninguna pertenencia y en algunos casos con la hipoteca pendiente. Cada uno de ellos recibió el pasado 7 de septiembre una notificación del Ayuntamiento en la que les comunicaba su obligación de llevar cabo el desescombro, aclarando que, si no lo hacen ellos, lo hará el Consistorio siguiendo el proyecto de Intemac, pero repercutiendo después "los importes que procedan" a los propietarios "mediante el correspondiente procedimiento", lo que deja la puerta abierta a que sean los vecinos quienes asuman el gasto.
Alegaciones
El portavoz de los afectados por el derrumbe de la calle San Francisco, Javier Carbó, explicó que en los próximos días todos ellos presentarán alegaciones contra la orden de ejecutar el desescombro, al no contar "con medios técnicos ni tiempo material" para redactar un proyecto en diez días y ejecutarlo en un mes, que son los plazos que fija la carta. Su disconformidad supondrá que el Ayuntamiento intervendrá, por vía de contratación de emergencia, para retirar los cascotes, adelantando el dinero necesario para ello.
Carbó subrayó que su inquietud reside en la elevada cuantía que precisará el desescombro proyectado por Intemac y cuyo importe podrían tener que asumir finalmente los vecinos. Aunque la comunidad de propietarios contaba con un seguro que incluía indemnizaciones por un derrumbe, "mucho nos tememos que no cubra la totalidad del importe", resalta el portavoz de los afectados.
El proyecto de desescombro de Intemac incluye la construcción de un muro de 10 metros de altura que sujete la calle mientras se retiran los cascotes, un papel que ejercía la vivienda siniestrada. Además, los restos de las casas se extraerán por capas y con sumo cuidado, con el objetivo de recuperar la mayor parte de enseres posibles. Todo ello encarecerá los trabajos. "Eso no será cargar y llevar al vertedero –advierte Javier Carbó–, por eso será tan costoso".
El Ayuntamiento espera tener el presupuesto del desescombro "en semanas" y no será hasta entonces cuando fije la fecha de inicio del mismo, previsto en un principio para el pasado mes de agosto o comienzos de este septiembre.
