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La alimentación de los rebaños trashumantes de la Sierra de Albarracín atascados en Ciudad Real asfixia a los ganaderos

Las reses, ya sin pastos, no pueden regresar por una epidemia de viruela ovina y los propietarios pagan un sobrecoste de 10.000 euros al mes.

Elías González, ganadero trashumante de Villar del Cobo, con su rebaño en Ciudad Real.
Elías González, ganadero trashumante de Villar del Cobo, con su rebaño en Ciudad Real.
Heraldo.es

Los costes de la alimentación de los siete rebaños trashumantes de la Sierra de Albarracín inmovilizados en Ciudad Real debido a una epidemia de viruela ovina que afecta a Castilla-La Mancha asfixian económicamente a los ganaderos, que tienen que destinar entre 8.000 y 10.000 euros al mes para alimentar y, en ocasiones, abrevar a cabañas de entre 1.000 y 1.500 cabezas.

Las reses, que deberían haber iniciado el camino de regreso a los pastos de verano el pasado 1 de junio, no pueden desplazarse para evitar contagios, lo que conlleva sobrecostes para los pastores, que tienen que alimentar a su costa a los rebaños. Además, deben afrontar el pago una prórroga en el arrendamiento, que caducó con el mes de mayo.

La inmovilización del ganado ovino afecta a siete explotaciones que suman unas 10.000 cabezas. Los pastores estiman que la prolongación obligada de la estancia de invernada en las fincas de Ciudad Real debería conllevar ayudas públicas para compensar el gasto extra del ganado, que, además, no puede aprovechar el pasto de primavera de la Sierra de Albarracín.

Uno de los ganaderos afectados, Bautista Belenchón, de Guadalaviar, critica que la Administración le "obligue" a permanecer en Ciudad Real con sus 1.000 ovejas y no compense el esfuerzo económico que conlleva esta medida. Añade que el ganado sufrirá bajas por la prolongación de su estancia en unas fincas donde no puede alimentarse como debiera y donde soportará temperaturas más altas que en su destino habitual de verano, en las sierras turolenses.

Belenchón se muestra indignado ante las "penalidades" que tiene que soportar su ganado y no descarta que haya trashumantes que opten por sacrificar a todas las reses –el único desplazamiento permitido es al matadero– ante la imposibilidad de trasladarlas, aunque esta opción conllevaría el fin de la explotación.

Otro afectado, Elías González, con 1.500 reses en el valle de Alcudia (Ciudad Real), explica que, si no parte pronto hacia la Sierra de Albarracín, cuando llegue el alimento para su ganado se habrá agostado. Reconoció que las últimas precipitaciones ha mejorado la situación de las ovejas en La Mancha, pero, "cuando el termómetro llegue a 40 grados, los animales lo pasarán muy mal aquí".

Un protocolo para viajar

González señala que el Ministerio de Agricultura trabaja en un "protocolo" que, con las debidas precauciones sanitarias, posibilitará el traslado de los rebaños trashumantes a sus pastos de verano, pero matiza que la flexibilización "no puede llegar dentro de dos o tres meses, tiene que aplicarse ya". Argumentó, en favor de una mayor permisividad, que el foco más cercano de viruela ovina está a más de 200 kilómetros de donde pastan sus ovejas.

Mientras llega una solución para los ganaderos atascados en Ciudad Real, los rebaños trashumantes que han invernado en Jaén –provincia libre de viruela ovina–, empiezan a regresar a la Sierra de Albarracín. Tienen que viajar en camiones y sin pasar por los focos de la epidemia, como indicó Ismael Martínez, un pastor de Guadalaviar que, en una situación de normalidad, hubiera hecho el camino de vuelta a pie con sus ovejas.

El Ministerio de Agricultura confirma que prepara "un protocolo sanitario" que permitirá el desplazamiento de los ganaderos trashumantes turolenses que invernan en Ciudad Real hacia la Sierra de Albarracín. Según una fuente ministerial, la posibilidad de viajar, todavía sin fecha, estará condicionada al cumplimiento de "estrictas medidas de seguridad".

La misma fuente aclara que traslado de las reses se estudia porque Aragón estaría dispuesta a aceptarlas de vuelta "bajo ciertas condiciones". El Ministerio matizó que el procedimiento a aplicar "debe ser autorizado por las autoridades comunitarias europeas". El portavoz añadió que esta vía se abre porque los trashumantes están en zonas alejadas de los focos de contagio de viruela y añadió que las cautelas quieren evitar que "la enfermedad se disperse".

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