urbanismo

Cuarenta pilotes estabilizan el cerro de Pui Pinos de Alcañiz

Las obras para consolidar el montículo que se derrumbó en abril de 2017 alcanzan el ecuador.

Obras de estabilización en el cerro de Pui Pinos.
Obras de estabilización en el cerro de Pui Pinos.
Heraldo.es

Un total de 37 pilotes de compactación, de hasta 14 metros de profundidad cada uno de ellos, sirven para sostener la estructura del cerro Pui Pinos de Alcañiz en la vertiente que, en abril de 2017, sufrió un desprendimiento que arrasó varias viviendas y del que este mes se cumplen precisamente seis años. Todo ese hormigón inyectado en la montaña cimentará la instalación posterior de pantallas protectoras con las que se concluirá la parte más delicada de estas obras, iniciadas hace nueve meses. 

Alrededor de 5 millones de euros se invertirán en esta fase, de la que aproximadamente se encuentran certificados un 40%, y que en estos momentos centran su atención en el entorno de la muralla del Cuartelillo, donde se están llevando a cabo labores de recalce para reforzar el asentamiento de los pilares. La estabilización del cerro concluirá a la vuelta de este próximo verano; mucho antes se realizará la reapertura del Corcho, para la que se está analizando ya el plan de tráfico correspondiente.

Un plan de tráfico en el que el factor fundamental estriba en la convivencia del tráfico alcañizano habitual con el volumen de vehículo pesado que, en su mayor parte, realizará el traslado del escombro que se va generando con las obras y que se seguirá generando durante los próximos meses, toda vez que para la instalación de las futuras pantallas protectoras se removerá más material de la montaña. La tormenta con granizo y tornado que descargó sobre Alcañiz el pasado junio ocasionó desperfectos de consideración en numerosos lugares de la ciudad, entre ellos más afecciones en esa ladera sur del cerro que se derrumbó parcialmente en abril de 2017. La convocatoria de ayudas para obras de emergencia ha permitido acometer el refuerzo del cerro que hoy continúa.

Las primeras labores, durante los primeros meses de ejecución, se centraron en la demolición de material del propio cerro, aquellas partes que quedaron más dañadas tras la tormenta del verano pasado, una limpieza y desescombro que permitió dibujar espacios diáfanos paralelos a Muro de Santiago con los que se pudo abrir espacio de trabajo para desescombrar e instalar esos 37 pilotes de refuerzo así como las infraestructuras anexas de mejora del estado de Pui Pinos con los que el Ayuntamiento de Alcañiz espera que se minimicen los riesgos en el futuro. “Ya en los años 80 había informes que advertían del estado del cerro”, recuerda el alcalde de Alcañiz, Ignacio Urquizu, “y que aconsejaban su aterrazado. Lo que hemos hecho desde un punto de vista político, simplemente, es seguir estos consejos y conseguir la financiación necesaria para que al Ayuntamiento no le cuesten dinero”.

Tras ese primer desescombro, la perforación de esos 37 pilotes ha permitido inyectar una relevante cantidad de hormigón y compactar los espacios más inestables de Pui Pinos, estructura que permitirá además levantar hasta 87 pantallas que abrazarán por completo el costado sur de este cerro. Precisamente en estos días se está procediendo al vallado del entorno de la calle Alta de Luna para empezar a acometer estas labores, que conviven además con el recalce hormigonado de la base de los pilares de la muralla del Cuartelillo, elementos sostenidos sobre tierra y también sometidos a riesgo de derrumbe por el mal estado de esta tierra. Esas labores se están llevando a cabo bajo la supervisión y el permiso de Patrimonio del Gobierno de Aragón, tal y como predetermina el carácter de Bien de Interés que es la muralla alcañizana.

A la finalización de estos trabajos de emergencia, Pui Pinos quedará preparado para albergar un nuevo vial que reurbanizará la zona por completo, comunicará los barrios del casco histórico de Alcañiz, mejorará la seguridad y la accesibilidad de todos los edificios de la zona, y tendrá un impacto igualmente positivo en la absorción de lluvias y posteriores problemas meteorológicos. “Sobre todo, permitirá apuntalar definitivamente toda esta parte del cerro, de manera que podamos dar solución a la acumulación de problemas y desperfectos que han sufrido a lo largo del tiempo los vecinos del entorno, especialmente agravados tras el derrumbe de 2017”. Ignacio Urquizu enmarca esta intervención además en los próximos trabajos que se llevarán a cabo en las travesías de Alcañiz, cuyo tramo de Muro de Santiago reforzará esta seguridad. “Junto con las obras de reforma de los Torreones, convertiremos un sector degradado de la ciudad en un punto céntrico referente”. 

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