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Detenidos los padres de un feto descubierto sin vida en la depuradora de Teruel en 2018

El progenitor fue localizado 4 años después al cruzar su ADN, archivado por la Policía tras su detención por un delito de lesiones, con el del feto.

Depuradora de Aguas de Teruel, lugar donde hallaron al feto sin vida.
Depuradora de Aguas de Teruel, lugar donde hallaron al feto sin vida.
Policía Nacional

Un cruce de muestras de ADN ha permitido a la Policía Nacional identificar y detener a los padres de un feto de 24 semanas de gestación que apareció sin vida en la depuradora de aguas residuales de Teruel cuatro años después del macabro hallazgo. Los restos del bebé en formación fueron descubiertos casualmente en septiembre de 2018 por un operario de la planta al vaciar un pozo de entrada de aguas fecales y, aunque las muestras genéticas del feto fueron contrastadas con las existentes en los archivos policiales, no se pudo detectar a ninguno de los progenitores. Sin embargo, en 2022, una nueva comprobación dio positivo porque, en los cuatro años transcurridos, el perfil genético del padre, residente en Teruel, había entrado en el catálogo policial al haber sido detenido por un delito de lesiones.

La operación policial, bautizada como ‘Baby’, se reactivó en 2022 y culminó en diciembre de ese mismo año con la identificación y detención de los dos progenitores del feto, un hombre de 29 años y una mujer de 34, que tenían 25 y 30 años, respectivamente, cuando el bebé en formación terminó en la planta depuradora del barrio de Villaspesa, que da servicio a toda la ciudad.

El inspector jefe de la Brigada Científica de Teruel, Emilio Simón, ha explicado este martes que en 2022, cuando se procedió a un nuevo cruce del ADN del feto con los perfiles genéticos archivados por la Policía por corresponder a personas que han cometido delitos "graves", tuvieron que pedir autorización judicial para realizar la comprobación. Esta operación permitió detectar al padre y, a través de él, llegar también a localizar a la madre, cuya relación maternofilial con el feto fue constatada igualmente mediante pruebas genéticas.

La investigación policial y las pruebas forenses determinaron que los restos del bebé en formación correspondían a una niña de entre 24 y 26 semanas de gestación que por su grado de madurez era viable al ser capaz de respirar. Tanto en 2018 como en 2022, las pruebas de ADN se llevaron a cabo en los laboratorios de la Policía de Madrid.

La Policía Nacional detiene a dos personas implicadas en la aparición de un feto sin vida en Teruel.
Policía Nacional

La agente de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) Beatriz Salvador ha señalado que, al descubrirse los restos hace cuatro años, se realizó una exhaustiva investigación que incluyó la detección de las llamadas telefónicas realizadas en el entorno de la depuradora y el desplazamiento desde Zaragoza de una unidad especializada en el subsuelo para explorar las arquetas cercanas a la planta por si los restos habían sido arrojados a través de esta vía. También se contactó con los hospitales por si habían atendido a una gestante que encajara con la madre del feto y con las farmacias por si habían suministrado medicamentos para provocar un aborto voluntario.

Ninguna de las pesquisas fructificó hasta que la genética y el golpe de suerte de la reciente detención del padre llegaron en auxilio de los investigadores. Las averiguaciones se retomaron con la coordinación de distintas unidades de la Policía, como la Judicial, la Científica o la UFAM.

El comisario jefe de la Policía Nacional en Teruel, Fernando Mencia, ha indicado que la identificación y detención de los padres del feto arrojado a las aguas fecales en 2018 demuestra que los policías siguen investigando los casos relevantes no resueltos, "a pesar del mucho tiempo transcurrido desde que ocurrieron, para que no queden impunes".

En libertad, pero con el pasaporte retirado

Los padres biológicos del feto hallado hace cuatro años en la depuradora de Teruel declararon ante el juez el pasado 2 de diciembre, inmediatamente después de su detención por estos hechos. Más tarde, el 16 de enero del año en curso, la madre, a petición propia, volvió a dar su testimonio. Ambos quedaron en libertad provisional, con el pasaporte retirado para evitar el riesgo de una huida y obligados a comparecer en los juzgados todos los lunes.

El Juzgado de Instrucción número uno de Teruel, encargado del caso, tiene abierta una investigación, pero no ha determinado aún el tipo de delito por el que están procesados los padres del bebé en formación, a la espera de que los informes forenses arrojen luz y concreten, por ejemplo, si se trató de un aborto natural o fue provocado. La instrucción judicial está a punto de terminar, según informaron desde el Tribunal Superior de Justicia de Aragón.

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